La golpeada industria de las aerolíneas de Canadá enfrentará más interrupciones en las próximas semanas, ya que una combinación entre la variante ómicron y el mal tiempo conspiran para arruinar los planes de viaje.
WestJet Airlines anunció el 30 de diciembre que consolidaría aproximadamente el 15% de los vuelos programados hasta el 31 de enero, debido a la escasez de personal. Actualmente, la aerolínea tiene 181 trabajadores infectados con COVID-19, parte de un aumento del 35% en los casos activos en los últimos días, sostuvo el portavoz Morgan Bell.
Flair Airlines, una aerolínea de pasajeros de bajo presupuesto, también verá interrumpido su horario de vuelos, explicó el director ejecutivo y presidente Stephen Jones. La aerolínea con sede en Edmonton proyecta que tendrá que cancelar hasta el 15% de sus vuelos en enero mientras lidia con los crecientes casos del virus entre el personal, los trabajadores externos en los aeropuertos y en todo el país.
Flair ha tenido un rango de cinco a 15 cancelaciones de vuelos durante la semana pasada debido a la falta de personal, indicó Jones. La aerolínea está recopilando información sobre cuántos trabajadores de Flair están enfermos debido al virus, dijo un portavoz.
No se trata solo de COVID-19 enla temporada de viajes navideños; las inclemencias del tiempo en el oeste con fuertes nevadas y una helada profunda en las praderas han presentado otro desafío para las compañías aéreas. En un comunicado, Air Canada confesó que el 4% de sus vuelos «afectados» esta semana se deben principalmente al clima, y que automáticamente está volviendo a reservar los vuelos de los clientes para viajar dentro de las 24 horas.
El jueves, Vancouver International informó retrasos en la salida para comenzar el día e instó a los viajeros a consultar con su aerolínea y llegar con suficiente tiempo al aeropuerto.
La variante ómicron es solo el último golpe para la industria aérea canadiense que ha sufrido grandes pérdidas debido a las estrictas restricciones de viaje impuestas por el gobierno canadiense desde el primer brote del virus COVID-19 a principios de 2020.
En Canadá, la ómicron se ha convertido en la cepa dominante en varias provincias, incluidas BC, Quebec y Ontario. Quebec restableció los toques de queda en toda la provincia, ya que se ocupa de más de 16.400 casos del virus. Ontario, con más de 16.700 casos, ya no proporcionará pruebas de PCR al público, sino que las ofrecerá solo a un grupo selecto de poblaciones de alto riesgo, ya que su capacidad de prueba se lleva al límite.