Con la historia en juego y un país mirando con anticipación, la nadadora canadiense Penny Oleksiak estaba sintiendo la presión el miércoles por la mañana en el Centro Acuático de Tokio.
Minutos antes de su carrera de estilo libre de 200 metros, Oleksiak estaba haciendo todo lo posible para calmarse.
«Tuve un momento en el que literalmente pensé que me iba a desmayar de los nervios», confesó. «Pero estaba en la sala de preparación y me dije: ‘Penny, si llegas el último, no importa, todavía tienes tres carreras para conseguir medallas'».
Luego, la joven de 21 años de Toronto nadó un mejor tiempo personal de 1:54.70 segundos, suficiente para ganar el bronce y convertirse en el atleta olímpico de verano más condecorado en la historia de Canadá.
Es su sexta medalla olímpica y el tercer bronce de su ilustre carrera. Ella ancló a Canadá a una medalla de plata en el estilo libre de 4×100 metros el domingo para ir con los cuatro que ganó en sus primeros Juegos Olímpicos en 2016 en Río: una de oro, una de plata y dos de bronce.
«Me encantan los Juegos Olímpicos. Creo que son muy divertidos y creo que saber que todo el mundo está mirando es una locura», expresó. «No he terminado todavía, así que espero que vengan más».
Oleksiak empata con las patinadoras de velocidad Clara Hughes y Cindy Klassen por la mayor cantidad de medallas ganadas por los olímpicos canadienses, mientras que Lesley Thompson-Willie de remo y Phil Edwards de pista y campo tienen cinco cada uno en los Juegos Olímpicos de verano.
Oleksiak despegó de los bloques y se encontró en primera temprano, marcando un tiempo de 26.40 segundos en los primeros 50 metros. Cayó al cuarto lugar con los últimos 50 metros por delante de ella, pero fue entonces cuando Oleksiak comenzó su empuje hacia el podio, luchando contra el dolor.
Oleksiak no corrió en el evento de estilo libre de 200 metros en Río. Ella dice que se sintió intimidada por la carrera hace cinco años, pero trabajó duro en ella durante el año pasado con el entrenador Ben Titley.
Un día antes, Oleksiak terminó cuarta en su semifinal con un tiempo de 1:56.39, solo la sexta más rápida de los ocho finalistas. Pero cuando más importaba, como tantas veces antes, Oleksiak encontró la manera de subir al podio.
«No creo que esté aquí por casualidad. En Río, cada vez que obtenía una medalla, pensaba, ‘Tengo tanta suerte, tengo tanta suerte'», indicó. «Creo que ahora tengo mucha confianza en mi entrenamiento y he trabajado mucho».
