
Quito, 9 jun (EFE).- Grupos del oficialismo y de la oposición volvieron hoy a manifestarse en varias ciudades de Ecuador, por varias leyes que el Gobierno ha impulsado, sobre todo una que fija impuestos a las herencias.
A día seguido, grupos de oposición salieron a las calles en varias ciudades como Quito, Ambato y Cuenca, donde se encontraron con marchas del oficialismo que defienden la gestión del presidente Rafael Correa, ausente por su participación en una Cumbre eurolatinoamericana en Bruselas.
El acalorado debate en las calles también resonó en la Asamblea Nacional (Parlamento), donde la mayoría oficialista terminó por aprobar reformas planteadas por el Ejecutivo a la Ley Especial de Galápagos que, entre otras cosas, regula el aumento salarial en el archipiélago.
Legisladores opuestos a esas reformas reclamaron a los oficialistas por haberlas aceptado y aprobado, en una discusión donde varios asambleístas de ambos bandos, que representan al archipiélago, intercambiaron duras descalificaciones y acusaciones.
El vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glass, convocó hoy mismo a legisladores y ministros a una reunión en el palacio de Gobierno, en Quito, para analizar la protesta del lunes, cuando grupos de simpatizantes y opositores al Gobierno chocaron en una transitada avenida del casco comercial de la ciudad.
Tras la reunión, varios asambleístas y dirigentes del movimiento oficialista Alianza País acudieron a la avenida de Los Shyris, el sitio donde ayer se produjeron leves incidentes y que hoy también vio nuevas manifestaciones de los dos bandos.
Un fuerte contingente policial separó a las dos manifestaciones que se mantuvieron en el lugar hasta las primeras horas de la noche.
La confrontación se registra en las redes sociales donde se difunden mensajes de apoyo y criticas al Gobierno y que también se ha convertido en un medio para convocar a las manifestaciones.
El oficialismo considera que la reacción de la oposición al proyecto de ley de herencias es un pretexto para echar a andar un plan de desestabilización del Gobierno.
Incluso, el mismo presidente Correa lo advirtió el pasado lunes, antes de viajar a Europa, cuando en su cuenta de Twitter escribió: «Los de siempre están preparando la ‘rebelión de la burguesía’. Responderemos con la ‘rebelión de la alegría’ y con el inmenso apoyo popular que tenemos».
Uno de los lideres opositores, el alcalde de Guayaquil, el conservador Jaime Nebot, en redes sociales aseguró que la ley sobre la herencia sólo satisface a la burocracia estatal.
«Hay que hacer retroceder a quienes proponen semejante abuso», añadió Nebot, mientras el Gobierno ha difundido una dirección en internet donde los ciudadanos pueden calcular el impuesto a sus herencias.
Según el Ejecutivo, la normativa no afectará a los sectores pobres ni a la clase media y permitirá redistribuir la riqueza concentrada en pocas familias ricas del país.
La oposición, por contra, sostiene que esa ley afectará a la mayoría de familias ecuatorianas y a la inversión privada, por lo que ha llamado a nuevas manifestaciones contra la normativa.