El presidente de EE.UU., Barack Obama, y el líder de los republicanos en la Cámara baja, John Boehner, acordaron hoy seguir dialogando tras quedar claro que la Casa Blanca no está dispuesta a un acuerdo para aumentar el techo de deuda solo por seis semanas.
En el undécimo día de cierre de la Administración Pública los republicanos en el Congreso siguen trabajando en un plan que desbloquee las asignaciones presupuestarias congeladas y que eleve el techo de deuda antes del 17 de octubre, cuando se cumple el límite para que el Tesoro pueda pagar sus obligaciones.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, reiteró que el presidente Obama quiere un acuerdo «limpio» que no esté condicionado a parar la reforma sanitaria, que es ley desde 2010, y recortes en programas sociales para reducir el déficit.
Asimismo, Carney pidió a los republicanos «no usar (la amenaza) de la suspensión de pagos como arma en las negociaciones» y no proponer un aumento del límite de endeudamiento de apenas seis semanas, que afectaría de lleno a la importante temporada de compras de vacaciones.
La Casa Blanca aseguró que no quiere que se repita la misma dinámica de negociaciones de nuevo en pocas semanas y que la incertidumbre se instale en la primera economía mundial y en los mercados internacionales.
No obstante, el portavoz se mostró optimista por «la nueva predisposición» republicana para poner fin a la parálisis del Gobierno federal y por reconocer que la imposibilidad de aumentar el límite de deuda a tiempo tendría afectos «catastróficos».
Obama y Boehner, presidente de la Cámara de Representantes, hablaron por teléfono hoy, y mantuvieron una «buena conversación», en la que coincidieron en la necesidad de «seguir dialogando», según indicó el portavoz de la Casa
El presidente cree que «no podemos permitir que una facción de un partido», en referencia al sector más conservador de los republicanos, «use la amenaza de la suspensión de pagos para obtener concesiones».
El grupo más moderado de republicano en el Senado apoya un acuerdo que ponga de una sola vez fin al cierre de la Administración y aumente el techo de deuda por tres meses, algo que los mercados vigilan con atención, aunque la Cámara de Representantes sigue sin alcanzar el consenso necesario para desbloquear el proceso legislativo necesario.
El senador republicano Lindsey Graham dijo hoy que han conseguido hacer progresos en sus encuentros con Boehner, aunque queda por determinar «si la Cámara de Representantes puede encontrar un centro de gravedad para abrir el Gobierno».
En las negociaciones del viernes por la noche ha tomado fuerza una propuesta republicana para que reabra la Administración federal y permita que las agencias ahora bajo mínimo operen por al menos 6 meses con las asignaciones presupuestarias previas al cierre.
El techo de deuda podría aumentarse hasta comienzos de 2014 y como condición se pediría al Congreso iniciar negociaciones presupuestarias, para alcanzar un acuerdo fiscal y de gasto a largo plazo, que se ha resistido desde que el Legislativo quedó dividido entre demócratas y republicanos.
En un intento por conseguir parte de sus demandas, los republicanos demandarían que partes menores de la reforma sanitaria de Obama fueran retrasadas, algo que podría recibir los de una mayoría demócrata y el visto bueno de Obama.
Washington, 11 oct (EFE).-