El presidente de EE.UU., Barack Obama, realizará esta semana un viaje a Suecia y Rusia, donde participará en San Petersburgo en la cumbre del G20, dominado por su decisión de llevar a cabo una acción militar «limitada» en Siria y en el que buscará el mayor apoyo internacional posible a su estrategia.
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, expresó hoy su confianza en que la coalición internacional contra el régimen sirio irá creciendo a medida que se vayan conociendo más evidencias del ataque con armas químicas del pasado 21 de agosto, tras afirmar que su país tiene pruebas de que ese día se usó gas sarín contra civiles.
EE.UU. ya tiene asegurado desde hace días el apoyo del presidente francés, François Hollande, quien respalda una ofensiva militar disuasoria contra el régimen de Bachar al Asad.
Además, hoy Arabia Saudí consideró que es el momento de adoptar «una medida firme» frente al régimen de Al Asad y su ministro de Exteriores, Saud al Faisal, anunció el apoyo a una intervención militar extranjera en Siria.
Por contra, el Gobierno de Egipto rechazó una acción militar de ese tipo sin el amparo del Consejo de Seguridad de la ONU y el primer ministro de Jordania, Abdalá Ensur, dijo que su país «no será parte de una guerra contra Siria», y que tampoco servirá de plataforma para lanzar ataques contra territorio sirio.
«No hay ninguna sesión formal» programada en el G20 sobre Siria, pero «por supuesto» que los líderes del bloque hablarán de ese asunto en los «márgenes» de la cumbre, admitieron altos funcionarios de la Casa Blanca en una conferencia telefónica con periodistas.
Obama prevé celebrar reuniones bilaterales con varios de los mandatarios que participarán en el G20, pero la Casa Blanca todavía no ha desvelado con quiénes.
Lo que sí ha ratificado la Casa Blanca es que no habrá ninguna bilateral entre Obama y su homólogo ruso, Vladímir Putin, como ya se había anunciado tras la decisión de Moscú de conceder asilo temporal al exanalista de la CIA Edward Snowden, responsable de las filtraciones sobre los programas de espionaje masivo del Gobierno de EE.UU.
El sábado, antes de que Obama anunciara su decisión de atacar Siria -aunque primero buscará la autorización del Congreso- Putin le pidió que como premio Nobel de la Paz piense en las «futuras víctimas» antes de emplear la fuerza.
«¿Acaso reforzará así el prestigio internacional de Estados Unidos? Lo dudo (…) Algo hay que hacer, es obvio», pero precipitarse y atacar «puede derivar en consecuencias absolutamente opuestas a las que se esperan», alertó Putin.
Según la agenda oficial, Obama partirá de Washington el martes y llegará el miércoles en la mañana a Estocolmo, donde será recibido por el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, con quien mantendrá una reunión.
Ambos visitarán a continuación la sinagoga de Estocolmo, en un acto relacionado con el diplomático sueco Raoul Wallenberg, que salvó del Holocausto a miles de judíos y de cuyo nacimiento se cumplieron 100 años en 2012.
Las siguientes actividades de Obama serán una visita al Real Instituto de Tecnología para conocer las innovaciones suecas en medio ambiente y en energías renovables, y una cena con mandatarios de los países nórdicos.
Obama será recibido el jueves por los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia de Suecia antes de partir hacia San Petersburgo para asistir a la cumbre del G20, que reúne a los países más desarrollados del mundo y a las potencias emergentes.
Será la séptima cumbre del G20 a la que asiste Obama y «la primera desde noviembre de 2010 no dominada por las medidas urgentes para resolver la crisis», destacó una alta funcionaria estadounidense.
La funcionaria vaticinó que la cumbre servirá para ver «un enfoque unido en torno a la importancia del crecimiento y la creación de empleo como la prioridad absoluta para todos los líderes en lo que respecta a la economía global».
Washington, 1 sep (EFE).-