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Obama comienza a construir su legado con un histórico giro hacia Cuba

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El presidente estadounidense, Barack Obama (d), habla junto a la primera dama, Michelle Obama (i),  durante la conmemoración de la festividad judaica de la Janucá o Fiesta de las Luces en el Grand Foyer de la Casa Blanca en Washington (EE.UU.). EFE
El presidente estadounidense, Barack Obama (d), habla junto a la primera dama, Michelle Obama (i), durante la conmemoración de la festividad judaica de la Janucá o Fiesta de las Luces en el Grand Foyer de la Casa Blanca en Washington (EE.UU.). EFE

Sin la presión de tener que volver a presentarse a unas elecciones y todavía con dos años por delante en el Gobierno, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, comenzó este miércoles a construir su legado con un histórico giro hacia Cuba.

El anuncio del inicio del restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba después más de 50 años de enemistad marca un nuevo tempo en el Gobierno de Obama, que pasa a la acción en algunos temas pendientes que abanderó desde su campaña para llegar a la Casa Blanca pero que no hallaron eco en el Congreso.
El acercamiento a Cuba es uno de ellos, algo que se ha venido fraguando desde el principio de su mandato, declaró a Efe Dan Restrepo, principal asesor de Obama para Latinoamérica entre 2009 y parte de 2012.
«Lo que ocurrió hoy fue histórico y abre una etapa nueva importante, no solo en la relación entre Estados Unidos y Cuba sino también en la de Estados Unidos ante las Américas, porque saca del siglo pasado el último rasgo de la política estadounidense ante la región que todavía estaba en el siglo pasado», aseguró Restrepo.
Además, el exasesor consideró que es una muestra de que EE.UU. es un «buen socio en la región, entendiendo que no todos en la región quieren ser socios de Estados Unidos, pero donde existe esa voluntad de trabajar» y de dejar atrás la «política ideológica» que Washington practicó en décadas pasadas.
«Cuando asumí el cargo prometí volver a examinar nuestra política con Cuba», recordó Obama hoy al anunciar las medidas, que incluyen la flexibilización de las restricciones a los viajes y el comercio bilateral, así como a las remesas que reciben los cubanos desde territorio estadounidense.
El acercamiento a la isla «obviamente va a ser parte del legado del presidente Obama», señaló Restrepo, al recordar que el gobernante tiene todavía dos años en los que cree que «habrá más actividad en todos los frentes».
El anuncio se produce a la par de la liberación del estadounidense Alan Gross, detenido en 2009 cuando trabajaba en un proyecto para facilitar el acceso a internet a la comunidad judía de la isla y condenado en Cuba por delitos contra el Estado, cuyo caso se interpuso en los intentos de acercamiento por parte del Gobierno de Washington.
Para Cynthia Arnson, directora del programa de Latinoamérica en el centro Woodrow Wilson, «ha sido una de las iniciativas más importantes de la política exterior de Estados Unidos hacia el Hemisferio (América Latina) durante todo su mandato», aunque está por ver si la apertura económica hacia las isla se traducirá en apertura política, según dijo a Efe.
Obama pasó a la acción después de la derrota del Partido Demócrata en las elecciones legislativas del 4 de noviembre, en las que los republicanos recuperaron el control de ambas cámaras y a los que desafió pocos días después con el anuncio de medidas ejecutivas que detendrán la deportación de cinco millones de indocumentados.
El gobernante tomó las medidas año y medio después de que el Senado, de mayoría demócrata, aprobara un proyecto de ley que fue bloqueado en la Cámara de Representantes, con mayoría republicana, y tras reiteradas peticiones al Congreso de que adoptara la legislación para reparar el sistema migratorio de forma definitiva.
David Axelrod, un exasesor de alto rango de Obama, opinó que antes de dejar el cargo el presidente «va a tomar una lista de problemas espinosos de larga data y va a hacer todo lo que pueda para enfrentarse a ellos», según declaró al diario «The New York Times».
En las últimas semanas, Obama logró otro hito en materia medioambiental, asunto en el que también discrepa con la oposición y una de las prioridades que se marcó en su segundo mandato, al alcanzar un acuerdo con China para reducir las emisiones de los gases contaminantes en un encuentro bilateral con su homólogo, Xi Jinping, celebrado en Pekín el pasado 12 de noviembre.
Para Alfonso Aguilar, director ejecutivo de la Asociación Latina para los Principios Conservadores, «Obama es un presidente en busca desesperada de un legado».
Aguilar consideró que Obama se siente «más libre», porque no va a optar a la reelección, para tomar estas medidas que «van a generar mucha controversia en un Congreso» de mayoría republicana a partir de enero, al tiempo que cuestionó su «autoridad legal» para adoptarlas.
«Sin lugar a dudas ha dejado boquiabiertos a muchos, sí veíamos un debilitamiento del embargo (a Cuba), pero llegar a este punto es increíble», agregó Aguilar.
Después de que otros de sus proyectos como la reforma sanitaria sigan en disputa con los estados, el experto afirmó que Obama busca dejar su impronta «sabiendo además que no tiene una buena relación con el Congreso y no le sería fácil aprobar una legislación».
En la lista de asuntos pendientes está el cierre del centro de detención de Guantánamo, en la base militar que EE.UU. tiene en Cuba, adonde fueron a parar los sospechosos de terrorismo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Echar el cerrojo a esa cárcel, donde todavía quedan 136 presos, es un compromiso que Obama ha ido arrastrando a lo largo de su presidencia y que espera poder cumplir antes de finales de 2016.

Elvira Palomo/Washington, 18 dic (EFE).-

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