El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, emitió hoy una orden ejecutiva para ampliar las sanciones existentes contra individuos que participen en la desestabilización de la República Democrática del Congo (RDC) y contribuyan al conflicto que vive el país.
«Esta nueva orden ejecutiva amplía los criterios de sanciones para permitir una mayor flexibilidad en la identificación de personas por parte de EE.UU. que contribuyan al conflicto en la RDC y para aproximarse a los criterios establecidos en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU», indicó la Casa Blanca.
El Gobierno estadounidense reiteró su «profunda preocupación» por la situación en el país africano y en la región circundante, «que amenaza la paz, la seguridad y la estabilidad», incluyendo «operaciones de grupos armados, violencia y atrocidades generalizadas», agregó el ejecutivo.
Estados Unidos reiteró que la RDC sigue registrando violaciones sistemáticas de derechos humanos, como el reclutamiento y uso de niños soldados, ataques contra las fuerzas de paz y obstrucción de operaciones humanitarias, así como la explotación de los recursos naturales para financiar a las personas dedicadas a actividades criminales.
Así la extensión de las sanciones afectará también a individuos que «pongan en peligro la paz, la seguridad o la estabilidad de la República Democrática del Congo» o también estén involucrados en «acciones o políticas que socaven los procesos democráticos o instituciones» del país.
Asimismo, también se castigará cualquier persona que cometa actos de violencia de cualquier tipo contra mujeres y niños, reclute a menores para las milicias o bloquee la ayuda humanitaria o ataque misiones internacionales o de las Naciones Unidas.
Ruanda invadió el este de la RDC en 1998 en apoyo de la Agrupación Congoleña para la Democracia -grupo integrado principalmente por tutsis de origen ruandés- con el pretexto de combatir al grupo rebelde hutu Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR).
Aunque el Gobierno de la RDC y el principal grupo rebelde congoleño, el Movimiento 23 de Marzo, firmaron el pasado diciembre un acuerdo de paz, varios grupos insurgentes operan todavía en el este del país, una región fronteriza con Ruanda y Uganda de gran riqueza mineral.
Washington, 8 jul (EFE).-