
Veintidos grandes compañías canadienses buscaron protección de acreedores en mayo y junio, casi 4 veces el ritmo típico, alcanzando su punto más alto en más de una década; los expertos aseguran que la tendencia continuará debido al COVID-19.
Según una ley canadiense (Ley de Acuerdos de Acreedores de Empresas), las empresas que deban al menos $5 millones pueden solicitar protección de sus acreedores para reestructurar el negocio y continuar existiendo en nuevos términos financieros, o supervisar una liquidación ordenada del negocio y vender activos para pagar a cualquiera a quien le deba dinero.
Cuando se implementaron los primeros bloqueos debido al COVID-19 en Canadá, las empresas tuvieron que adaptarse sobre la marcha para mantenerse abiertas y seguir generando ventas.

Todos los sectores se han visto afectados
Muchas de las recientes reestructuraciones son de pequeñas empresas, pero no solo afectó a estos sino también a organizaciones de alto perfil en Canadá como Reitmans, Frank & Oak, DavidsTea, Cirque Du Soleil, FlightHub, compañías petroleras e incluso una organización benéfica cristiana; a esta lista se suman también principales nombres estadounidenses.
La abogada de reestructuración e insolvencia Karen Fellowes, perteneciente a la firma Stikeman Elliott, dice que COVID-19 es el catalizador del repentino aumento, pero muchas de las víctimas ya tenían problemas.
Pero Fellowes, afirma que hay algunas compañías que se estarían aprovechando de la situación, para culpar a la pandemia de problemas no relacionados con su economía.