Un equipo de investigación encuestó a aproximadamente 10.000 canadienses sobre el estado del sistema de atención de salud, y lo que encontraron fue una gran frustración con la atención primaria mientras el país lidia con una grave escasez de médicos de familia en Toronto.
La Iniciativa OurCare, dirigida por la Dra. Tara Kiran, médica de familia y científica del Centro MAP para Soluciones de Salud Urbana del Hospital St. Michael’s de Toronto, realizó una encuesta nacional, donde reunió cinco «paneles de prioridades provinciales» y convocó una serie de mesas redondas comunitarias durante los últimos 16 meses.
Una de las encuestas más completas realizadas sobre la opinión de los canadienses en cuanto al sistema de salud proporciona datos cruciales sobre el mal estado del acceso a la atención primaria en un país en crecimiento.
A pesar de que los canadienses están orgullosos de un sistema de salud que brinda atención basada en la necesidad y no en la capacidad de pago, los investigadores de OurCare descubrieron que muchas personas creen que el sistema no ha cumplido su promesa de brindar atención médica universal y de alta calidad.
«La atención primaria se está quedando corta. Demasiadas personas no tienen acceso a lo que es la puerta de entrada al sistema de atención médica. Somos un país de ricos y pobres. «Muchas personas no tienen absolutamente nada, ni acceso, y creo que, en realidad, eso es vergonzoso», señaló Kiran.
El informe encontró evidencia de lo que llama una «crisis de apego»: se estima que el 22 por ciento de los adultos canadienses (alrededor de 6,5 millones de personas) no tienen un médico de familia o una enfermera a quien puedan ver regularmente.
El problema parece estar empeorando. En una encuesta de Statistics Canada de 2019, el 14,5 por ciento de los canadienses de 12 años o más informaron no tener acceso regular a la atención primaria.
La encuesta OurCare encontró que el acceso es particularmente limitado en Quebec, donde el 30,8 por ciento de las personas informan que no tienen un proveedor de atención primaria.
En el Atlántico canadiense, el 30,9 por ciento de las personas encuestadas dijeron que no tenían ningún médico de familia ni enfermera especializada. Los datos también revelan una disparidad de edad significativa, ya que menos adultos jóvenes informan tener acceso regular a un médico.
Según OurCare, alrededor del 35 por ciento de los canadienses de entre 18 y 29 años no tienen un proveedor de atención primaria.Canadá está muy por detrás de otros países ricos en cuanto a acceso a la atención primaria.
En el Reino Unido, Noruega, los Países Bajos y Finlandia, más del 95 por ciento de la población tiene un médico de atención primaria o un lugar de atención, según datos publicados en el Canadian Medical Association Journal.
Esos países garantizan el acceso registrando automáticamente a las personas en un médico o consultorio.
Mientras tanto, en Canadá, muchas personas pasan años en listas de espera sólo para tener acceso a un médico de cabecera. Muchas consultas de medicina familiar simplemente han cerrado sus puertas a nuevos pacientes.
OurCare también descubrió que muchas personas que tienen algún tipo de proveedor todavía tienen dificultades para acceder a la atención primaria que mejor satisfaga sus necesidades.
Sólo el 35 por ciento de los encuestados dijeron que podían conseguir una cita el mismo día o al día siguiente cuando necesitaban atención urgente, según el informe de OurCare.
El horario de consulta de los médicos es limitado y relativamente pocas personas (36 por ciento) informaron tener acceso a un médico los fines de semana o después de las 5 p.m. de lunes a viernes.
Esa falta de acceso tiene consecuencias. El número de visitas no programadas a salas de emergencia aumentó de aproximadamente 14 millones en 2021-22 a 15,1 millones en 2022-23, según datos del Instituto Canadiense de Información de Salud (CIHI).
El informe OurCare concluye que la mejor manera de resolver la crisis de confianza de los canadienses en la atención primaria es con una solución relativamente sencilla, aunque difícil de alcanzar: incorporar más médicos y enfermeras profesionales.
«Cuando las personas no tienen acceso a la atención primaria, significa fundamentalmente que no reciben la atención que necesitan», dijo Kiran. «No reciben atención preventiva. No se controlan las enfermedades crónicas».
Kiran dijo que en un sistema donde los médicos de familia desempeñan un papel crucial de control o «mariscal de campo» (tratando a los pacientes, coordinando la atención y derivando a especialistas) todos deberían tener algún tipo de relación con un médico de atención primaria.
«Si no hacemos cambios significativos en la atención primaria, veremos cómo se deteriora la salud de las personas. Eso significa que su salud mental, su salud física, su bienestar social. Y, en última instancia, significará que las personas tendrán una peor calidad de vida», afirmó.
Más médicos conducirán a una población más saludable, mejores tasas de mortalidad y menores costos de atención médica, concluye el informe. Es ese último punto el que puede motivar a algunos políticos a abordar las brechas en la atención primaria con un mayor sentido de urgencia, agregó Kiran.
El informe insta a los gobiernos a acelerar la concesión de licencias a profesionales sanitarios formados en el extranjero y a formar y contratar a más personas para trabajar en atención primaria. Desmantelar algunas de las barreras que enfrentan los médicos formados en el extranjero sería una «solución potencial inmediata a la crisis de recursos humanos de salud», dijo Kiran.
El sistema necesita refuerzos urgentemente, según el informe, porque menos estudiantes de medicina graduados eligen la medicina familiar, un número significativo de médicos se acerca a la jubilación y más médicos están optando por abandonar la medicina familiar después del trauma de la pandemia.
El número de plazas de residencia médica ha estado estancado durante los últimos 10 años y la inscripción en medicina familiar ha disminuido drásticamente, según un análisis de CBC News de los datos de las facultades de medicina.
Muchos aspirantes a médicos canadienses descubrieron que su única opción era trabajar en el extranjero debido a las limitadas plazas para estudiar medicina y residencia aquí en casa.
«¿Deberíamos estar más abiertos a diferentes tipos de profesionales de la salud que brinden atención primaria, diferentes tipos de capacitación? Creo que la respuesta es sí, porque algo de atención es mejor que ninguna atención y algunas personas no reciben atención en este momento», afirmó Kiran.
Kiran y sus investigadores también sugieren una expansión de la atención primaria basada en equipos para aumentar el acceso y reducir el agotamiento de los médicos, y un régimen de atención virtual más sólido.
Esas recomendaciones, incluyendo un llamado a hacer que los registros médicos sean fácilmente accesibles en línea para los pacientes, son parte del «Estándar OurCare» que el grupo quiere que las provincias y Ottawa adopten como parte de un esfuerzo para apuntalar un sistema de atención primaria que está cada vez peor.
