Santiago de Chile, 8 nov (EFE).- Nigeria ganó hoy por quinta vez el Mundial sub’17 en una decimosexta edición jugada en Chile en la que mostró buen fútbol, goles y jugadores que probablemente serán estrellas en unos años, como el máximo cañonero, Victor Osimhen, y volante Kelechi Nwakali, proclamado por la FIFA como el mejor.
El equipo dirigido por el exfutbolista Emmanuel Amunike mostró su condiciones a lo largo de todo el campeonato, que tuvo una final africana, la primera desde 1993, cuando en el Mundial se jugó en Japón y las jóvenes Águilas Verdes obtuvieron su segundo título en la categoría con un 2-1 sobre Ghana.
Antes, Nigeria había ganado la versión de 1985 y después lo hizo en las de 2007, 2013 y ahora en 2015.
En Chile, el ahora técnico Amunique mostró figuras promisorias, como el delantero Víctor Osimhen, que con diez anotaciones fue el máximo artillero, así como el creativo Kelechi Nwakali, el portero Akpan Utoh y el mediapunta Samuel Chukwueze, entre otros.
Nigeria llegó al título con un triunfo de 2-0 sobre Malí, corolario de una campaña que comenzó con un triunfo de 2-0 sobre Estados Unidos, una goleada por 5-1 a Chile y una derrota de 1-2 ante Croacia, en la fase de grupos.
En octavos de final los nigerianos golearon por 6-0 a Australia y en cuartos por 3-0 a Brasil, mientras en las semifinales ganaron por 2-4 a México.
Malí fue una grata sorpresa en este Mundial, en el que fue un equipo sólido que hasta antes de jugar la final de hoy había encajado solo dos goles en contra.
Con Baye Ba, un técnico formado como tal en Alemania, los malienses fueron un equipo disciplinado, bien conectado entre sus líneas, con atacantes rápidos e incisivos que en las semifinales ganaron por 3-1 a Bélgica.
En la primera fase, Malí empató 0-0 con Bélgica, ganó por 2-1 a Ecuador y por 3-0 a Honduras. En octavos de final superó a Corea del Norte también por 3-0 y en los cuartos dejó en el camino a Croacia con un 1-0.
Sekou Koita emerge como la mejor figura del conjunto maliense en el torneo, destacando en una plantilla en la que también sobresalieron los delanteros Boubacar Traore y Ally Malle, el portero Sanuel Diarra y el volante Mamadou Sangare.
Bélgica fue tercero en la mejor campaña de su historia en esta categoría, que en la definición ganó hoy por 3-1 a México.
Campeones de Europa de la categoría, los belgas, dirigidos por Bob Browaeys, empataron en la fase de grupos 0-0 con Malí, ganaron a Honduras por 2-0 y perdieron ante Ecuador por 0-2, por lo que avanzaron a octavos como uno de los mejores terceros.
Pero ahí derrotaron por 2-0 a Corea del Sur y en cuartos dejaron en el camino a Costa Rica. En semifinales cayeron por 3-1 ante los malienses.
México se fue con un sabor amargo. Campeones en 2011 y finalistas en 2013, aspiraban a ganar en Chile el tercer título de la categoría, pero en semifinales cayeron por 2-4 ante Nigeria, su verdugo del mundial anterior y al parecer no pudieron recuperarse en lo anímico para el partido del tercer lugar.
Dirigida por Mario Arteaga, la selección de México ganó en la primera fase por 2-0 a Argentina, empató 0-0 con Australia y ganó por 2-1 a Alemania. En octavos de final goleó a Chile por 4-1 y en cuartos doblegó a Ecuador por 2-0.
Entre los equipos latinoamericanos, los que cumplieron de forma aceptable fueron Ecuador y Costa Rica, que llegaron a cuartos de final, en los que cayeron frente a México y Bélgica, respectivamente.
Brasil también llegó a cuartos de final, en los que cayó ante Nigeria, pero de la Canarinha nunca dio la impresión de ser un equipo ganador, y la goleada de 3-0 con que Nigeria lo sacó del torneo dejó al desnudo todas sus debilidades.
La otra gran decepción latinoamericana fue Argentina, que no pasó de la primera fase, lo mismo que Honduras y Paraguay, mientras que Chile, el anfitrión, llegó a octavos de final dando más de lo que se esperaba, tras un pésimo proceso preparatorio que a dos años de iniciado, entró en una crisis de un cuerpo técnico argentino que fue destituido.
Llamado de emergencia, el técnico Miguel Ponce mostró que con más tiempo a su disposición, la Rojita pudo dar más.