Nada ni nadie escapa de la escalada de precios en Venezuela, espadas Jedi, rayos láser, ni Superman pueden evitar que los que se acercan a la sexta edición de la Caracas Comiccon, el salón del cómic que tiene lugar estos días en la capital venezolana, sufran un ataque intergaláctico a sus bolsillos.
Este mundo y todo lo que le rodea también sufre los problemas de la falta de divisas en Venezuela, que ya llegan con dificultades a empresas que importan, por ejemplo, alimentos, y una inflación del 60 % que ni el todopoderoso Hulk puede enfrentar.
«Sí, es bien difícil, por lo menos importar artículos y ese tipo de cosas, sale muy costoso, hay que hacerlo por otros medios, pero aquí como estamos acostumbrados a resolver en medio de la crisis pues nos las ingeniamos», declaró a Efe la directora y fundadora del Caracas Comiccon, Daniela Paolillo.
En Venezuela existe un control de cambio desde 2003 que deja en manos del Estado el monopolio de la compraventa de divisas, que entrega de manera selectiva tras engorrosos trámites a tres precios distintos dependiendo de a que se vayan a destinar.
El más barato de estos precios, de 6,3 bolívares por dólar (0,7 euros), rige para la importación de alimentos y otros productos básicos; el segundo establece un tipo variable controlado de alrededor de 10 bolívares y el tercero entorno a los 50 bolívares con participación de actores privados y públicos en un mercado controlado.
«Con lo poco que podemos conseguir hacemos mucho», afirma Paolillo, fanática de los X-Men desde los quince años, mientras pululan a su alrededor zombis, Jedis, gatubelas y otakus, personajes de los cómics japoneses.
Esta edición de la Caracas Comiccon, que se inauguró el viernes y se extenderá hasta el próximo domingo, se despliega en tres plantas de un conocido centro comercial caraqueño donde los visitantes pueden disfrutar de una partida entre maestros del rol, buscar su historieta favorita o sentarse en una réplica oficial de la butaca del Capitán Kirk de Star Trek.
«Para el lado nuestro, muy grande, nosotros somos productores de suéteres», se lamenta Hugo Cabriles al ser preguntado sobre la sequía de dólares en su puesto de venta de camisetas y figuras del capitán América.
Comentó a Efe que la ropa que vende en su tienda Creaciones DXG la fabrica «desde cero», pero que los precios de la materia prima «se ha disparado en un año 500 %»
«El mismo producto que este año se vende en 1.400 bolívares (222 dólares según la tasa de 6,3 más baja, 28 dólares según la más alta de 50) el año pasado (…) se vendía en 800 bolívares», indica.
En la misma línea opina Vanessa Hernández tras su puesto en el que decenas de personajes de Lego saludan al visitante desde el mundo de «La Guerra de las Galaxias», el Springfield de «Los Simpons» o los magos de «Harry Potter».
Especializada en la venta de este tipo de piezas desde hace cinco años, y que hoy vende a 500 bolívares la unidad (79 dólares a 6,3; 10 dólares a 50), afirma a Efe que a ella además el problema de Venezuela con diversas aerolíneas.
Desde hace semanas varias aerolíneas internacionales han reducido sus vuelos e incluso han cerrado rutas por la deuda de alrededor de 4.000 millones de dólares que afirman que el Gobierno les debe en concepto de venta de billetes en bolívares.
«Si no hay vuelos, no puedo traer nada por mensajería», lamenta.
Sin embargo, Paolillo afirma que las expectativas para los tres días del evento son «muy buenas» y asegura que la venta de entradas y puestos de exposición «rompe récords».
«Estamos en un momento genial para ser fanáticos del cómic», asegura y achaca esta situación en gran medida a la aparición de las últimas películas de superhéroes y series que han facilitado que la cultura del cómic «sea más conocida y aceptada».
Mientras tanto los héroes comenzaron hoy a pasear por Caracas tratando de encontrar el superpoder que derrote a los terribles villanos que acechan a la economía venezolana. Alberto Andreo.
Caracas, 9 ago (EFE).-
