El nuevo gobernador de California, Gavin Newsom, anunció este jueves que su primer viaje oficial fuera del Estado será a El Salvador. Normalmente, los primeros viajes al exterior de los gobernadores suelen ser a México o a Asia, los principales socios comerciales y fuentes de inmigrantes tradicionales de California. La situación actual, con miles de familias llegando cada poco tiempo a la frontera, ha hecho que Newsom busque ir a El Salvador. El viaje sirve además para acentuar su perfil en contraste con el presidente Donald Trump.
En California viven 680.000 salvadoreños y Los Ángeles es el hogar de la mayor comunidad salvadoreña fuera del país. Newsom hizo su anuncio durante una reunión con organizaciones de defensa de los inmigrantes en la Clínica Monseñor Romero, en el centro de la zona salvadoreña de Los Ángeles. “Mientras el Gobierno Trump se empeña en demonizar a los que huyen de la violencia de Centroamérica, California se compromete a sostener a nuestras comunidades inmigrantes y entender las causas de origen de la inmigración”, dijo Newsom.
El viaje del gobernador se realizará entre el 7 y el 10 de abril y su plan es entrevistarse con las máximas autoridades del país centroamericano.
Newsom, que lleva en el cargo desde enero, ha convertido la inmigración en el aspecto de mayor enfrentamiento con el Gobierno de Donald Trump, con el que California ya mantenía graves disputas en asuntos como el comercio con México o las políticas contra el cambio climático. Una de sus primeras decisiones fue destinar dinero a un refugio de inmigrantes en San Diego y crear un grupo especial para ayudar a los solicitantes de asilo a manejarse en Estados Unidos una vez que salen de detención. Ese refugio ya está lleno.
“No se trata solo de México, como piensa el presidente de Estados Unidos”, dijo Newsom a la prensa tras debatir con líderes de la comunidad salvadoreña en Los Ángeles. “La nueva cuestión es Centroamérica, es complicado y la única forma de abordarlo es comprenderlo”. “Es importante responder a la narrativa destructiva del presidente”, añadió. “Esta guerra constante que tenemos con el presidente es destructiva, no constructiva , y no aporta nada a la solución de este problema”, dijo Newsom.
“Me temo que las cosas solo van a ir a peor a no ser que enfrentemos esta cuestión de una manera sistémica”, dijo Newsom tras escuchar testimonios sobre la violencia, la pobreza y el atraso en derechos sociales de El Salvador. Newsom, que suele referirse a California como una “nación-Estado”, dijo que es su responsabilidad liderar en este asunto ante el intento de Washington de frenar la inmigración a través de la represión en la frontera, cuya expresión más cruda ha sido la política de separación de familias.
Mientras, en Washington, el Gobierno del presidente Trump dio un nuevo paso en su agresividad contra la inmigración centroamericana. La secretaria de Interior, Kirstjen Nielsen, envió una carta al Congreso en la que le informa de que va a proponer una ley para que se pueda deportar a niños inmigrantes que han llegado solos. Según Nielsen, se trata de abordar las “causas de raíz de la emergencia”, las mismas palabras que utilizó Newsom para explicar su viaje a El Salvador, pero con un significado distinto.