Un grupo de mujeres afganas reclamó este martes en Barcelona al Gobierno español «ayudas reales y concretas» tras su evacuación desde Kabul, para «un mejor acompañamiento para los refugiados» que ya viven en España.
Estas mujeres realizaron una acción simbólica de llamada a la libertad enarbolando banderas de Afganistán y pisoteando un burka, a la vez que cuestionaron que el Gobierno español se comprometió a evacuar a más gente de la que finalmente ha ayudado a irse del país asiático.
Entre sollozos, la refugiada Lema Rashid denunció actos atroces cometidos por los talibanes, como el asesinato de una mujer que quería seguir trabajando de policía a la que le vaciaron el cerebro con un destornillador, y las violaciones de mujeres dispuestas a desobedecer «la ley islámica que se han inventado».
También las condiciones de vida que la mayoría de la gente va aceptando para sobrevivir en la «dictadura» talibán, como su propia prima, que le explicó que apaga las luces y vive encarcelada en casa para no llamar la atención o que los hombres solo pueden trabajar «si llevan barba y se ven musulmanes».
Rashid alertó de que no solo los talibanes han hecho de Afganistán un país inseguro, sino también Estados Unidos, que «se ha llenado los bolsillos» manteniéndolo en situación de guerra durante años y ahora solo ha evacuado a «jóvenes y personas con educación».
Lema Rashid pidió «no olvidar Afganistán y a las mujeres de Afganistán» y apoyar la resistencia y lucha popular de las afganas, en vez de «mirar a otro lado, como ya hicieron hace veinte años», cuando los talibanes estuvieron en el poder de 1996 a 2001 hasta la invasión estadounidense del país.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se desplazó este martes a Catar en visita oficial después de haber viajado el pasado viernes a Pakistán, dos de los países claves para facilitar la evacuación del resto de colaboradores afganos que no pudieron salir del país en una primera fase.