Un afligido hombre de Toronto, que perdió a su esposa a causa del cáncer, está hablando sobre el devastador número de cancelaciones de cirugías relacionadas con la pandemia.
“Hay muchas personas que mueren de COVID-19 y muchas personas que mueren indirectamente a causa de ello”, confesó Andy, quien ocultó su apellido por respeto a la privacidad de su esposa.
«Yo estaba sosteniendo su mano en la UCI mientras los números estaban contando hacia atrás en la máquina», recuerda.
A la esposa de Andy le habían diagnosticado cáncer de riñón. Ella estaba esperando cirugía el invierno pasado, mientras continuaba la segunda ola de COVID-19 de Ontario. La operación de la mujer de 70 años se retrasó dos veces porque estaba demasiado débil, pero una vez que estuvo lo suficientemente fuerte, la falta de camas de la UCI la hizo retroceder tres veces más.
Pasó tres meses en el Hospital Michael Garron, antes de ser trasladada al Hospital General de Toronto. Finalmente, tras un retraso de más de cuatro semanas, la operación prosiguió. Le extirparon un riñón, una glándula suprarrenal y la mitad del hígado, y murió poco después.
“Se suponía que debía ser: tener la cirugía, recuperarse, volver a casa y continuar”, asegura Andy. Y agrega que nunca sabrá con certeza si las demoras contribuyeron a la muerte de su esposa, pero le preocupan otros que están en su posición.
Con las variantes preocupantes de COVID-19 dominando las nuevas infecciones en la tercera ola, una mayor proporción de personas infectadas necesitan hospitalización y cuidados intensivos, y las estadías en el hospital también duran más, según la Tabla Científica COVID-19 de la provincia.
Ontario Health, la agencia a cargo de coordinar el sistema de salud provincial, dice que cada semana se realizan alrededor de 600 cirugías de cáncer menos a medida que las UCI se desbordan de pacientes con COVID-19.
“Toda cirugía de cáncer debe realizarse dentro de un período de tiempo seguro”, afirmó el Dr. Chris Simpson, vicepresidente ejecutivo de la división médica de Ontario Health. Añadió que cuanto más se prolongan las cancelaciones de cirugías, más se preocupa por los pacientes que ya no pueden aplazar sus cirugías.
En abril, el Ministro de Salud de Ontario ordenó a los hospitales que redujeran las cirugías electivas, por segunda vez en esta pandemia.
“Nuestro sistema de salud ya no funciona”, manifestó Adalsteinn Brown, copresidente de la Tabla de Ciencias Covid-19 de Ontario, en una conferencia de prensa la semana pasada. Los datos de salud más recientes publicados, muestran que se han pospuesto más de 257.000 cirugías desde el inicio de la pandemia, y casi 10.000 de ellas se agregaron desde mediados de abril.
No solo se están retrasando las cirugías de cáncer; los procedimientos cardíacos, los reemplazos de cadera y las operaciones de cataratas se encuentran entre los muchos que se agregan a la acumulación cada semana.
