A finales de 2017, Beverley estaba interesada en encontrar una pareja para compartir los últimos años de su vida, fue entonces cuando como por arte de magia aparece en su pantalla una solicitud de amistad en Facebook.
Se trataba de un apuesto hombre que, «Dijo que tenían un amigo en común», así que cuando él hombre le escribió, la víctima, se sintió cómoda al hablar con él.
Luego de varias conversaciones, Beverley y su nuevo amigo, comenzaron un romance en línea que duró alrededor de tres meses, los viejitos enamorados se escribían mensajes de texto tres veces al día de ida y vuelta.
El estafador afirmaba «ser general jubilación del ejército de los Estados Unidos, con tres estrellas «.
A medida que la relación crecía, el hombre le conto a Beverley que había habido un ataque en su base y que no sabía qué hacer. En ese momento ella ya se había enamorado del “general” y la salud y estabilidad de él le empezaron a preocupar.
Fue entonces cuando el estafador, le pidió ayuda a Beverley para llegar a casa, según el, no tenía dinero porque una quiebra de una empresa privada había afectado sus finanzas. Al ver que su amado novio virtual estaba en esa situación, Beverley le envió $ 3,000.
Poco tiempo después, Beverley recibió otro mensaje del estafador, en el cual el hombre afirmaba que necesitaba $30.000 para poder pagar los impuestos locales de lo contrario no le entregarían las maletas en el aeropuerto y su sueño de estar juntos se retrasaría.
«Yo me decía, no puedo hacerlo, no puedo hacerlo … Seguí pensando que algo no está bien, seguí teniendo este presentimiento, pero en lugar de escuchar mi presentimiento, estaba escuchando mi corazón » afirmo Beverley. A pesar de su presentimiento, Beverly envió los $30.000 a su amado.
Luego, sorprendentemente, la anciana enamorada, recibe otro mensaje en el cual el estafador afirmaba, que había habido un accidente aéreo, «Para llegar a casa y poder estar a tu lado, tendré que alquilar un avión con otros compañeros y no tengo ese dinero» decía el mensaje.
Beverley consiguió el dinero agotando todos sus activos. La desesperada mujer enamorada empeño sus prendas para poder conseguir el dinero que necesitaba su amor. El total de lo que ella le había enviado eran más de $ 64,000.
Poco después de su último giro, Beverley se dio cuenta que su amor no llegaría jamás a casa y se comunicó con la policía de London.
Mientras tanto, se vio obligada a volver a hipotecar su casa y, para ella, y lo peor de todo, admitir a los demás que había sido estafada.
La agente de policía de London, Amanda Pfeffer recomienda estar muy alerta con los fraudes cibernéticos “las personas creen que nunca serán víctimas de un fraude en internet, pero la realidad es que lo que le paso a esta mujer le puede pasar a cualquiera, esta mujer fue victimizada, no solo financieramente, sino también emocionalmente «.
Pfeffer agrega que, si alguien que usted apenas conoce en línea y de repente le pide dinero, es un intento de fraude.
La oficial, afirma que las estafas románticas están creciendo en todo Canadá, perjudicando a personas de todas las edades, la gente no debería sentirse avergonzadas por haber sufrido un fraude, todo lo contrario, las personas, deben buscar ayuda en la policía.
Beverley ahora espera que su historia ayude a otros a reconocer como las emociones pueden nublar su juicio.