Al menos ocho miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes y un hombre armado murieron hoy en ataques y enfrentamientos registrados en las provincias de Salahedín y Al Anbar, informó a Efe una fuente del Ministerio del Interior.
El ataque más mortífero tuvo lugar en la zona de Al Awinat, en Salahedín, donde perecieron cinco combatientes de las milicias suníes progubernamentales Consejos de Salvación.
Hombres armados atacaron el puesto de control de esta milicia y se apoderaron de las armas, explicó la fuente.
También en Salahedín, soldados se enfrentaron con hombres armados en la ciudad de Biyi, en unos choques en los que falleció uno de los agresores y siete fueron detenidos.
Entretanto en Ramadi, capital de Al Anbar, dos agentes de los servicios secretos perdieron la vida en un tiroteo con hombres armados.
Los enfrentamientos comenzaron cuando un grupo armado, encargado de proteger a los manifestantes suníes, paró a una patrulla de los servicios secretos iraquíes cerca del lugar de las protestas.
Los miembros de la patrulla hirieron a un hombre armado y sus compañeros abrieron fuego, matando a los dos agentes e hiriendo a nueve.
La violencia se ha extendido por varios puntos de Irak tras el ataque el martes pasado de las fuerzas del orden contra una plaza en la población de Al Hueiya, escenario de protestas de los suníes, donde al menos 26 personas fallecieron y 155 resultaron heridas.
Los suníes se quejan de la discriminación que dicen sufrir por parte del Gobierno del chií Nuri al Maliki y piden la liberación de los detenidos sin cargos, la suspensión de sentencias de condena a muerte y la anulación de la ley antiterrorista, entre otros.
Hace dos días, Al Maliki advirtió de que todos perderán si prende la mecha de la discordia en Irak y subrayó que las autoridades no tolerarán ninguna agresión contra el ejército y la policía.