JERUSALÉN – Un alto funcionario jordano acusó el domingo al ex príncipe heredero del país de conspirar con elementos extranjeros en un «complot malicioso» que amenaza la seguridad nacional.
El ministro de relaciones exteriores, Ayman Safadi, dijo a los periodistas que el complot se había frustrado en la «hora cero».
“Entonces quedó claro que pasaron del diseño y la planificación a la acción”, afirmó Safadi. Agregó que hay entre 14 y 16 personas detenidas, además de dos altos funcionarios cercanos al príncipe Hamzah.
Safadi habló un día después de que Hamzah, medio hermano del rey Abdullah II, fuera puesto bajo arresto domiciliario, en un raro enfrentamiento público entre los principales miembros de la familia gobernante desde hace mucho tiempo.
El incidente sin precedentes ha generado preocupaciones sobre la estabilidad en un país visto como un aliado occidental clave en una región volátil y ha generado un gran apoyo para Abdullah.
En una declaración grabada en video desde el arresto domiciliario, Hamzah acusó al liderazgo del país de corrupción e incompetencia.
Safadi, quien también ostenta el título de viceprimer ministro, explicó que los agentes de inteligencia habían estado observando a los conspiradores durante algún tiempo y plantearon sus preocupaciones al rey.
Añadió que se le pidió a Hamzah que «detuviera todas estas actividades y movimientos que amenazan a Jordania y su estabilidad», pero se negó.
Safadi no identificó a los países extranjeros supuestamente involucrados en el complot. Pero sostuvo que un antiguo funcionario de alto rango que tiene vínculos comerciales en varios estados del Golfo Pérsico, Bassem Ibrahim Awadallah, estaba involucrado y había estado planeando salir del país.
También dijo que Awadallah había estado tratando de conseguir un avión para que la esposa de Hamzah huyera. Awadallah y un segundo alto funcionario, Sharif Hassan bin Zaid, se encuentran entre los sospechosos bajo custodia.
Cuando se le preguntó si Hamzah podría enfrentar cargos, Safadi aseveró que por el momento había intentos «amistosos» para tratar con él, pero agregó que «la estabilidad y seguridad del reino trasciende» todo.
Estados Unidos, Arabia Saudita y los países árabes de Oriente Medio emitieron fuertes declaraciones a favor de Abdullah.
La rápida muestra de apoyo subrayó la importancia estratégica de Jordania como una isla de relativa estabilidad en la turbulenta región. Si bien las duras críticas de un miembro popular de la familia gobernante podrían respaldar las crecientes quejas sobre el mal gobierno del reino, la dura reacción del rey también ilustró los límites a los que aceptará la disidencia pública.
La estabilidad en Jordania y el estatus del rey han sido durante mucho tiempo motivo de preocupación en toda la región, particularmente durante la administración Trump, que brindó un apoyo sin precedentes a Israel y buscó aislar a los palestinos, incluso recortando drásticamente los fondos para los refugiados palestinos.