El ministro de Medio Ambiente, Steven Guilbeault, generó controversia al declarar que el gobierno federal dejará de invertir en nuevos proyectos de infraestructura vial, provocando críticas de la oposición conservadora y algunos primeros ministros.
Aunque posteriormente aclaró que seguirán financiando carreteras, aseguró que no aportarán fondos para «grandes» proyectos de carreteras, indicando que la infraestructura existente es adecuada. Guilbeault enfatizó la intención del gobierno de promover el uso del transporte público y el «tránsito activo» mediante caminar y andar en bicicleta.
El ministro señaló que el dinero federal destinado a carreteras en el pasado será redirigido hacia proyectos que aborden el cambio climático y se adapten a sus impactos. Ante la presión de los periodistas, Guilbeault precisó que no habrá fondos para «grandes proyectos», mencionando específicamente el tercer enlace propuesto en Quebec.
Las críticas de la oposición y algunos primeros ministros, como Danielle Smith de Alberta y Doug Ford de Ontario, se centran en la percepción de que el gobierno federal está desconectado de las necesidades de aquellos que dependen de los automóviles.
Los comentarios de Guilbeault también plantean incertidumbres sobre proyectos viales prometidos, como la autopista 413 de Ford en Ontario, sometida a una revisión ambiental más estricta. A pesar de las críticas, Guilbeault ha mantenido una agenda climática ambiciosa desde su nombramiento en 2021, respaldando medidas como el aumento del impuesto al carbono y la búsqueda de una red eléctrica nacional con emisiones netas cero para 2035.
La agenda climática ha enfrentado desafíos legales, como la determinación de inconstitucionalidad del proyecto de ley de evaluación de impacto en 2023. Aunque la Corte Suprema respaldó el esquema de fijación de precios del carbono, la presión para prohibir plásticos de un solo uso fue considerada «irrazonable e inconstitucional» por el Tribunal Federal el año pasado.