Millones de españoles pudieron salir este sábado a pasear y hacer deporte, como correr o usar sus bicicletas, en el primer día de relajación para los adultos de las estrictas medidas de confinamiento por la pandemia de coronavirus.
Tras siete semanas de confinamiento en sus viviendas, de las que solo se podía salir para comprar artículos de primera necesidad, pasear mascotas o trabajar en sectores esenciales, muchos ciudadanos se lanzaron a calles y caminos para poder disfrutar del aire libre.
Equipados con sus ropas deportivas para correr o pedalear, o con vestimenta corriente para salir a pasear, y ayudados por el tiempo casi veraniego que hoy predomina en toda España, la actividad protagoniza ciudades y poblaciones que durante cerca de dos meses estuvieron semidesiertas.
Estas salidas se permiten después de que el ritmo de nuevos casos detectados se situó el viernes en un 0,55 por ciento diario, después de que en los peores momento aumentaran en un 35 por ciento.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, apeló a través de Twitter a la «prudencia y responsabilidad» de los ciudadanos para que respeten las normas establecidas y evitar un nuevo aumento de la propagación de la enfermedad, porque «el virus sigue ahí».
El Ejecutivo estableció una serie de franjas horarias para grupos de población en función de las edades (niños, adultos y ancianos y enfermos crónicos) para evitar grandes concentraciones de gente y proteger a los más vulnerables.
También se limitaron los paseos a un kilómetro de distancia del domicilio y durante una hora, y el deporte al municipio de residencia, y se insistió en el respeto a la distancia de seguridad.
Aún así, en muchos puntos de todo el país, sobre todo en las principales ciudades, la avalancha de gente hizo que fuera muy difícil mantener esa distancia.
«El camino parece la Gran Vía de Madrid», reconoció a Efe una residente de Galapagar, una localidad a 35 kilómetros de la capital, tras salir a pasear esta mañana por el campo.