En Islas Canarias, los manifestantes han convocado por la denuncia del agotamiento del modelo del motor económico de las islas, la reclamación de una moratoria, una ecotasa y la regulación de la compra de vivienda por parte de extranjeros.
Miles de personas han salido este sábado a las calles, en las ocho islas de Canarias, para pedir un giro en el modelo turístico de masas y, por extensión, socioeconómico del archipiélago, en una cita que evoca a las grandes movilizaciones históricas vividas en la comunidad.
Las marchas de Islas Canarias, recogen una expresión de congestión por los altos índices de pobreza, los bajos salarios, la escalada de los precios de los alquileres o la saturación de las carreteras y de los espacios naturales, que ha cristalizado en una cita, recordado a las grandes movilizaciones históricas vividas en Canarias:
La de 2002 contra la instalación de torres de alta tensión en la corona forestal de Tenerife y la de 2014 contra las prospecciones de petróleo frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura.
Los organizadores de este 20A, que habían puesto el foco inicial en reclamar una moratoria que suspende la autorización de nuevas plazas hoteleras y pisos vacacionales, una ecotasa y la regulación de la compra de vivienda por parte de extranjeros, cifran en más de 130.000 los asistentes solo en Tenerife y Gran Canaria.
Las manifestaciones convocadas bajo el lema «Canarias tiene un límite» en todo el archipiélago salvo en La Palma, donde se ha celebrado a las 17.00, en una jornada en la que también hay concentraciones en diferentes ciudades españolas y europeas.
Mayores, jóvenes, familias con niños y también con mascotas han recorrido las calles del centro de la capital tinerfeña, donde se han coreado consignas como «De la esclavitud salvar a la juventud» o «¿Dónde está el dinero del turismo?», y se han exhibido carteles en los que se podía leer: «Echo de menos la tierra que conocí».
También han desfilado dos marionetas gigantes con los rostros del presidente de Canarias, Fernando Clavijo, y el de la patronal Ashotel, Jorge Marichal, y una figura de una vaca con un mensaje inscrito: «No doy para tanta gente», en referencia a la advertencia de los empresarios hoteleros de que «a la vaca que da leche hay que dejarla tranquila».
Víctor Martín, uno de los portavoces de «Canarias se Agota», plataforma convocante de las manifestaciones, ha indicado que en esta «jornada histórica» queda patente que «ya no somos cuatro sino todo un pueblo el que clama que se reconsidere el modelo y que revierta en la gente».
«El pueblo canario por fin se ha alzado de nuevo. No habrá una marcha atrás en todo esto», ha proclamado Martín.
En la plaza de España, los seis activistas que llevan diez días en huelga de hambre han asistido a la lectura del manifiesto y han ratificado su voluntad de mantener esta medida extrema de presión hasta que no se paralicen las obras del Hotel de La Tejita.