Unas 3.500 personas irrumpieron hoy en la sede principal de los Hermanos Musulmanes, situada en la meseta de Al Muqatam, en el este de El Cairo, y destruyeron ventanales y el mobiliario, según denunció el grupo e informó la agencia oficial Mena.
En su página web, la cofradía calificó de «agresión terrorista» el ataque, del que el secretario general del grupo islamista, Mahmud Husein, responsabilizó al ministro del Interior, Ahmed Gamal.
Este ataque se produjo pese a que el edificio se encontraba fuertemente custodiado por fuerzas de seguridad, que, tras el asalto, se enfrentaron con grupos de manifestantes.
Asimismo, grupos de exaltados incendiaron la oficina del Partido Libertad y Justicia (PLJ, brazo político de los Hermanos Musulmanes) en el barrio de Zahara al Maadi, en el sur de la capital, y asaltaron la sede del PLJ, en el barrio cairota de Kit Kat, de la que sustrajeron sus bienes.
Ayer, dos locales de los Hermanos Musulmanes en las ciudades de Ismailiya y Suez (noreste) fueron incendiados por manifestantes contrarios al presidente egipcio, Mohamed Mursi.
Estos ataques se producen poco después de que Mursi ofreciera hoy en un discurso a la nación abrir un diálogo nacional con la oposición el próximo sábado.
Según testigos presenciales, los manifestantes contra Mursi que continúan frente al Palacio Presidencial han intentado romper los cordones de seguridad y las alambradas que ha instalado el Ejército en torno al edificio nada más concluir la alocución.