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La Procuraduría General de la República de México dijo el jueves que aún no ha recibido información detallada de las autoridades estadounidenses sobre un vuelo que transportó a dos notorios narcotraficantes a Estados Unidos el mes pasado, en medio de crecientes tensiones entre los dos países por los arrestos.
En un comunicado, la oficina dijo que solicitó detalles al Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre el vuelo, incluidos registros detallados sobre su piloto, la aeronave y las autorizaciones de migración y aduanas relacionadas.
Ismael «El Mayo» Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, fue detenido el 25 de julio en un aeródromo de Nuevo México junto con uno de los hijos de su cofundador del Cártel de Sinaloa, Joaquín «El Chapo» Guzmán, que se encuentra encarcelado.
México investiga los hechos para determinar si se cometió traición a la patria mediante el secuestro forzoso de un ciudadano mexicano y su entrega a autoridades estadounidenses.
El dramático arresto fue un gran golpe para las fuerzas de seguridad estadounidenses, pero provocó consternación en el gobierno mexicano, que no fue advertido previamente y no estuvo involucrado.
Zambada, a través de su abogado, ha dicho que fue secuestrado contra su voluntad por el hijo de El Chapo, Joaquín Guzmán López.
El abogado de Guzmán López negó que Zambada fuera secuestrado a la fuerza y afirmó que fue una entrega voluntaria.
Las autoridades dicen que las dos facciones principales del Cártel de Sinaloa, una encabezada por Zambada y la otra encabezada por los hijos de El Chapo, han tenido por momentos una relación complicada desde la captura de El Chapo en 2016.
El comunicado del jueves decía que Estados Unidos había permitido a las autoridades mexicanas investigar el aeródromo de Nuevo México, pero que eso no había ayudado a responder las preguntas que aún tienen.
Los investigadores mexicanos agregaron que han identificado una pista de aterrizaje clandestina en Sinaloa de donde se cree que partió el vuelo.
La Procuraduría General de la República también dijo que descubrió evidencia relacionada con el asesinato del recientemente electo legislador federal, Héctor Cuen.
Zambada afirma que Cuen estuvo presente en la reunión entre él y Guzmán López y que murió en la emboscada que siguió. Las autoridades de Sinaloa, en cambio, habían dicho que al parecer Cuen fue asesinado en una gasolinera de Culiacán
En el comunicado, la Procuraduría General de la República dijo que la investigación del asesinato de Cuen había sido mal realizada por las autoridades estatales y que el cuerpo de la víctima tenía cuatro heridas de bala, mientras que en un video que circuló del presunto asesinato en la gasolinera solo se podía escuchar un disparo.
La fiscalía del estado de Sinaloa no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios de Reuters.
El miércoles, los fiscales de Sinaloa dijeron que también estaban investigando la desaparición de dos guardaespaldas que no habían sido vistos desde el día de las detenciones.
El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, dijo la semana pasada que no había personal estadounidense en tierra cuando Zambada y Guzmán López abordaron el avión que los llevó a Estados Unidos.
«En la rendición no se utilizaron recursos estadounidenses. No fue nuestro avión, ni nuestro piloto, ni nuestra gente», afirmó en un comunicado.
