Las autoridades migratorias de México deportaron hoy al guatemalteco Eduardo Villatoro Cano, supuesto narcotraficante acusado de la matanza de nueve policías en una comunidad del oeste de Guatemala en junio pasado, quien fue detenido este viernes en una ciudad del estado de Chiapas.
Villatoro Cano, alías de «Guayo Cano», y su primo, Edgar Waldiny Herrera Villatoro, alias «Gualas», fueron trasladados vía aérea a la capital guatemalteca y de inmediato, bajo fuertes medidas de seguridad, puestos a disposición de un juez penal que les hizo saber los motivos de su detención.
Ambos fueron capturados la madrugada de este viernes por las fuerzas de seguridad mexicanas cuando ingresaban a un hospital privado de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez del estado mexicano de Chiapas.
Según las autoridades antinarcóticas de Guatemala, Villatoro Cano sería «el más importante enlace» en este país centroamericano del mexicano cartel del Golfo.
El ministro guatemalteco del Interior, Mauricio López Bonilla, dijo que según los informes de las agencias de Inteligencia de México y Guatemala, «Guayo Cano» había iniciado «un proceso de transformación de sus características físicas».
«Se hizo una liposucción y seguiría (con el cambio) de sus características faciales. Estaba ingresando al centro de salud cuando fue detenido por las autoridades mexicanas», explicó López Bonilla.
La fiscal general de Guatemala, Claudia Paz y Paz, dijo que «Guayo Cano», al igual que los 14 miembros de la estructura criminal que supuestamente dirige, y que se encuentran detenidos desde hace varias semanas, serán procesados por los delitos de asociaciones ilícitas, narcotráfico, robo agravado y el asesinato de nueve agentes de la Policía Nacional Civil (PNC).
La matanza fue perpetrada el pasado 13 de junio en el interior de una sede policial en la población de Salcajá, en el departamento de Quetzaltenango, a 200 kilómetros al oeste del país, por un comando de sicarios, supuestamente dirigidos por «Guayo Cano», que sorprendieron a los policías mientras descansaban.
Como resultado de una operación a gran escala denominada «Dignidad», las fuerzas de seguridad de Guatemala lograron la detención de 36 personas sospechosas de integrar la estructura criminal, 16 de las cuales según la Fiscalía habrían participado en la matanza.
Según Paz y Paz, este grupo también sería el responsable de al menos 30 asesinatos perpetrados en las zonas del oeste y noroeste del país, relacionados con el narcotráfico, entre ellas la de una fiscal en diciembre del año pasado.
El presidente Otto Pérez Molina, en declaraciones a medios locales agradeció a su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, por el apoyo que brindaron las autoridades de su país en la detención del principal líder de la banda.
«Le agrademos al presidente Peña Nieto y a todas las autoridades que siempre estuvieron dispuestos a colaborar con nosotros», señaló el gobernante.
Guatemala, 4 oct (EFE).-