
MANZANILLO, México, 25 abril- Una expansión masiva del puerto marítimo más grande de México está en marcha mientras las autoridades mexicanas apuestan por un crecimiento económico positivo y la fortaleza del comercio global a pesar del sombrío panorama generado por las guerras comerciales del presidente estadounidense Donald Trump.
El gobierno mexicano pretende transformar el Puerto de Manzanillo, en la costa del Pacífico mexicano, en el puerto marítimo más activo de América Latina, capaz de procesar unos 10 millones de contenedores de 20 pies (6,1 metros), según la Armada de México, que administra la instalación.
Ya es el puerto más grande de México y el tercero más grande de América Latina, manejando casi 4 millones de contenedores de 20 pies en 2024.
La multimillonaria ampliación del puerto es uno de los principales proyectos de infraestructura de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum. La inversión forma parte de los esfuerzos de México para afrontar la recesión económica, ya que las guerras comerciales de Trump han generado una incertidumbre financiera generalizada.
A principios de esta semana, el Fondo Monetario Internacional recortó drásticamente sus previsiones de crecimiento para la mayoría de los países. Esto incluyó a México, cuyo crecimiento económico, según el FMI, se contraerá un 0,3 % en 2025 debido al impacto de los aranceles estadounidenses en las exportaciones.
Sheinbaum cuestionó el pronóstico del FMI, abre una nueva pestaña, afirmando que la inversión pública evitaría la contracción económica y promocionó el «Plan México» de su gobierno, un esfuerzo para impulsar la industria nacional. El éxito de este plan se basa, en parte, en la modernización de los puertos del país, como el de Manzanillo, según un documento gubernamental publicado a principios de este mes.
En Manzanillo, los aranceles estadounidenses no han frenado el comercio, según Julieta Juárez Ochoa, gerente de comercialización del puerto. Añadió que la mayoría de las importaciones que llegan a Manzanillo provienen de Asia y se destinan principalmente a la fabricación nacional.
«No vemos ningún impacto real (de los aranceles estadounidenses), y no prevemos un impacto significativo», dijo.
La ampliación aumentará la capacidad de Manzanillo para el manejo de carga contenerizada y productos de hidrocarburos, afirmó. Se prevé que esté terminada para finales del mandato de Sheinbaum en 2030, añadió.