Los médicos venezolanos quedaron en la mira del régimen de Nicolás Maduro por haber tratado de alertar a la misión de la ONU, actualmente de visita en el país, sobre la grave escasez de equipos y medicamentos en los hospitales, según varias ONG.
El chavismo afirma que las sanciones de Estados Unidos, que congelaron 30.000 millones de activos del país, le impiden importar productos de primera necesidad, incluyendo medicinas.
«Esta mañana sacaron a la fuerza a la presidenta de la escuela de medicina del hospital de Maracay (al oeste de Caracas), y desde entonces no sabemos dónde se encuentra», manifestó el lunes a la agencia AFP Jaime Lorenzo, director ejecutivo de la ONG Médicos Unidos, sin precisar quiénes pudieron estar detrás de ese incidente.
«Estaba protestando contra la represión del personal de salud y de los que denuncian la falta de medicamentos y el mal funcionamiento de los hospitales», añadió.
El diputado opositor por el estado de Vargas, José Manuel Olivares, que es oncólogo y radioterapeuta, denunció en Twitter que se trata del «tercer médico en dos semanas que es perseguido por denunciar la situación que se vive en los hospitales».
El domingo se registraron incidentes entre el personal del hospital de Barquisimeto (noroeste) y un grupo de partidarios chavistas, que les arrojaron piedras mientras esperaban la llegada de los enviados de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
Según Médicos Unidos, la represión ha aumentado en las últimas dos semanas. «Hemos llamado la atención sobre nuestros pacientes, que se nos mueren por la falta de insumos y equipos. Los médicos han sido detenidos sin ninguna justificación», acusó Lorenzo.
El sábado, un joven médico del estado de Carabobo (al suroeste de Caracas), Ronnie Villasmil, anunció su salida del país a través de Twitter tras ser convocado por la policía por haber contactado a la misión: «Hoy he tenido que huir como un delincuente, hoy mi madre me llora».
El médico dijo que su casa fue allanada y que el objetivo era privarlo de su libertad. «Mi único delito fue mostrarle al mundo la situación precaria en que se vive en los hospitales de Carabobo a la comisión @ONU_es», escribió.
La misión de la ONU, compuesta por cinco personas -que se abstienen de todo contacto con la prensa-, está en Venezuela en una «misión técnica preliminar» para preparar una posible visita de la chilena Michelle Bachelet, que fue invitada oficialmente por el régimen venezolano en noviembre.
En Barquisimeto los enviados de Naciones Unidas visitaron el hospital escoltados por médicos y autoridades locales.
Una doctora que acompañó la visita dijo que en una entrevista con una de las delegadas enumeró «todas las fallas que tiene el hospital, los sueldos paupérrimos» que reciben los médicos y «las fallas de medicamentos».
«Le conté que los pacientes que operamos no pueden cumplir la quimioterapia y que los que no tienen cómo comprarlo fuera (del país) se mueren. Cuando le dije lo del sueldo, casi se cae para atrás», refirió la médica, que pidió la reserva de su nombre.
En Venezuela, un médico gana entre 18.000 y 30.000 bolívares mensuales, lo que equivale a unos 6 y 10 dólares, respectivamente.
Varias ONG como Provea denuncian que el régimen ha montado una operación de «maquillaje» en hospitales y prisiones visitadas por los comisionados para ocultar su precariedad.
«En Valencia y Barquisimeto hemos visto a camiones que llevaron médicos e insumos al hospital donde se esperaba la visita de la misión», aseguró Jaime Lorenzo.
«El maquillaje que la dictadura viene haciendo a hospitales y cárceles ante visita de Comisión Técnica (…) demuestra la indolencia y crueldad del gobierno de facto. Pueden mejorar instalaciones, pueden dar medicinas pero son indolentes», señaló en Twitter la ONG Provea, crítica con la dictadura de Maduro.
En los hospitales públicos falta el 90% de los productos médicos necesarios y casi todos los laboratorios públicos han cerrado, según una encuesta nacional realizada por la ONG Médicos por la Salud junto con el Parlamento, la única institución controlada por la oposición.
El gobierno no ha dado a conocer cifras oficiales desde hace tres años.
La situación se ve agravada además por la salida de muchos médicos. Según la Federación Venezolana de Médicos, 22.800 médicos han optado por el exilio en los últimos años. «Para nosotros las cifras son mayores», consideró Lorenzo.
Un total de 3,4 millones de venezolanos abandonaron el país, incluyendo 2,7 millones desde 2015, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
El apagón del 7 de marzo, que dejó al país en la oscuridad durante casi una semana, agravó aún más la situación.