Las tormentas que generaron tornados y que azotaron las llanuras del sur de Estados Unidos y los Ozarks mataron al menos a 19 personas hasta el lunes por la mañana en cuatro estados y destruyeron cientos de edificios, y los meteorólogos advirtieron sobre un clima más severo.
El número de muertos conocido hasta ahora por el mal tiempo durante el fin de semana del Día de los Caídos incluye al menos ocho muertes en Arkansas, siete en Texas, dos en Kentucky y dos en Oklahoma, según los recuentos de las autoridades de emergencia en estos estados.
El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, declaró el estado de emergencia en su estado temprano el lunes, mientras que el Servicio Meteorológico Nacional dijo que se emitió una alerta de tormenta severa para partes de Georgia y Carolina del Sur hasta al menos el lunes por la tarde.
Las dos muertes conocidas en Kentucky ocurrieron después de que árboles cayeran sobre casas en el condado de Mercer y Louisville. «Fue una noche difícil para nuestra gente», dijo Beshear en una publicación en X.
Al menos siete personas murieron -incluidos dos niños de 2 y 5 años de una sola familia- y casi 100 resultaron heridas el sábado por la noche cuando un poderoso tornado azotó comunidades en el norte de Texas cerca de la frontera con Oklahoma, dijo el gobernador Greg Abbott en una conferencia de prensa el domingo. .
A última hora del domingo, la gobernadora de Arkansas, Sarah Sanders, dijo que el estado tenía al menos ocho muertes después de las tormentas. Un residente de Arkansas que padecía una enfermedad pulmonar obstructiva crónica murió por falta de oxígeno cuando se cortó la luz.
Cientos de miles de estadounidenses también se enfrentaron a cortes de energía el lunes como resultado del clima, según el sitio web de seguimiento PowerOutage.US, y solo en Kentucky se produjeron más de 180.000 cortes.
El Servicio Meteorológico advirtió sobre tormentas adicionales que se desplazan por los valles de Ohio y Tennessee, trayendo una combinación de vientos dañinos, granizo de gran tamaño y más tornados, así como fuertes aguaceros capaces de provocar inundaciones repentinas.
El último episodio de clima extremo se produjo pocos días después de que un poderoso tornado arrasara una ciudad rural de Iowa, matando a cuatro personas, y más tornados aterrizaran en Texas la semana pasada.
Mientras tanto, Estados Unidos se estaba preparando para lo que los meteorólogos del gobierno han llamado una temporada de huracanes en el Atlántico potencialmente «extraordinaria» en 2024 que comenzará el 1 de junio.
