El expresidente sudafricano Nelson Mandela prosigue su mejoría, pero aún está grave, informó hoy el jefe de Estado de Sudáfrica, Jacob Zuma, tras visitarle en el hospital.
«La salud de Madiba -como se conoce popularmente a Mandela en su país- continúa mejorando, pero su estado sigue siendo grave», indicó Zuma en un comunicado.
«Seguimos pidiendo a la gente que continúe teniendo presente a Madiba en sus oraciones y le desee una rápida recuperación», agregó Zuma tras su primera visita a Mandela desde su ingreso el pasado sábado en un hospital de Pretoria.
El jefe del Estado visitó al expresidente, de 94 años, acompañado de Zweli Mkhize, tesorero del gobernante Congreso Nacional Africano (CNA), la organización que en su día lideró Mandela.
Horas antes de la visita, el Gobierno sudafricano informaba de que el exmandatario «respondía bien al tratamiento».
El propio Zuma había adelantado el miércoles que Mandela «estaba respondiendo mejor» al tratamiento, en la primera señal de mejoría desde su hospitalización.
Se trata del cuarto internamiento de Madiba desde diciembre pasado.
El exmandatario sufre regularmente problemas respiratorios desde su paso por las cárceles del régimen racista del «apartheid», en las que estuvo detenido 27 años.
Algunos familiares del antiguo estadista -sus hijas y varios nietos- volvieron a visitar hoy al primer presidente negro de Sudáfrica en el Medi-Clinic Heart Hospital de Pretoria.
La familiares agradecieron ayer, a través de un comunicado, los mensajes de ánimo procedentes de Sudáfrica y de todo el mundo.
Las muestras de apoyo y simpatía hacia el icono de la lucha contra el «apartheid» se repitieron hoy en toda Sudáfrica, que tras cuatro días sin buenas noticias sobre la recuperación de Mandela ha recuperado el optimismo con los últimos tres partes positivos.
Horas antes de visitar a Madiba en Pretoria, Zuma remarcó ante el Parlamento, en Ciudad del Cabo, la importancia de una de las facetas que han hecho célebre y respetado a Mandela.
«Debemos querer al Mandela que lideró la campaña de desobediencia civil (contra el ‘apartheid’), al Madiba revolucionario, al Madiba que pasó tanto tiempo en la cárcel», dijo Zuma, al reivindicar la figura del activista.
En su opinión, «no debemos centrarnos solamente en Madiba como primer presidente de la Sudáfrica democrática, en el que aplicó las políticas de reconciliación y transformación del Congreso Nacional Africano».
Otros políticos de distintas tendencias y varios líderes sindicales rindieron homenaje a Mandela, cuya delicada situación fue recordada también en la localidad suroriental de Qunu, donde pasó su infancia el que se convertiría años más tarde en héroe de la nación.
«Seguimos las noticias sobre el estado de Mandela en la televisión y rezamos por un milagro para él», dijo Nokuzola Soyaya, vecino del exlíder en Qunu, a la agencia de noticias sudafricana Sapa.
En esa modesta localidad rural, Madiba se hizo construir una casa tres años después de su liberación en 1990 y allí vivía hasta que su salud se deterioró hace medio año.
Los periodistas y cámaras de televisión han comenzado a llenar las escasas pensiones de Qunu, que Madiba amaba «con el amor incondicional con que los niños quieren su primer hogar», según sus palabras en la autobiografía «El largo camino hacia la libertad».
Pese a las mejorías en su estado de salud de las que se informó ayer y hoy, el exactivista no ha salido de la gravedad y las autoridades siguen en lo que el periódico sudafricano «The Star» califica de «alerta Mandela».
Según el diario local «Beeld», las Fuerzas Armadas han iniciado preparativos para que «más de 2.000 aviones» puedan aterrizar en los aeropuertos de Mthatha -próximo a Qunu- y las cercanías de Pretoria en caso de un eventual funeral inminente del expresidente.
Asimismo, el Ejército ya ha habilitado las pistas del aeropuerto de Mthatha para que puedan aterrizar allí aeronaves de gran tamaño, como el Boeing 747, y ha participado en los trabajos de mejora del suministro de agua y electricidad en la zona, indicó el rotativo local, citando fuentes militares.
De acuerdo con el «Beeld», las Fuerzas Armadas también tienen a punto un hospital militar, que sería utilizado en caso de que el célebre paciente necesitara un traslado urgente.
Nelson Mandela luchó durante 67 años contra el régimen de segregación racial del «apartheid».
Tras pasar casi tres décadas en la cárcel, Madiba fue galardonado con el premio Nobel de la Paz en 1993 y se convirtió, un año después, en el primer presidente negro de la historia de Sudáfrica.
Su última aparición pública se remonta a la ceremonia de clausura del Mundial de Fútbol de 2010 celebrado en Sudáfrica, que ganó España.
Por Marcel Gascón/Johannesburgo, 13 jun (EFE).-