Los trenes empezaron a circular hoy por la localidad canadiense de Lac-Mégantic donde el pasado mes de julio 47 personas murieron cuando un convoy de mercancías compuesto de vagones cisterna descarriló y destruyó parte del centro de la localidad.
Desde el accidente que se produjo en la madrugada del 6 de julio, ningún tren había circulado por las vías férreas que atraviesan la localidad, situada a unos 250 kilómetros al este de Montreal y de unos 6.000 habitantes.
La alcaldesa de Lac-Mégantic, Colette Roy-Laroche, dijo hoy que aunque la circulación de trenes es difícil de aceptar por muchos de sus habitantes, la economía de la pequeña localidad necesita al ferrocarril.
Lac-Mégantic ha autorizado la circulación de trenes que no transporten mercancías peligrosas.
El acuerdo con el propietario del ferrocarril, Montreal, Maine & Atlantic Railway (MM&A), la misma compañía que operaba el convoy accidentado en julio, incluye la obligación de notificar al público del contenido de los trenes que circulan.
El accidente de Lac-Mégantic es el accidente ferroviario más grave en la historia moderna del país.
Aunque las autoridades canadienses siguen investigando las causas del accidente, se sabe que el convoy compuesto por cinco locomotoras y 72 vagones cisterna cada uno con 100 toneladas de petróleo, estaba estacionado en la vía sin maquinista en la madrugada del 6 de julio cuando empezó a deslizarse cuesta abajo hacia Lac-Mégantic.
El convoy descarriló a gran velocidad cuando llegó al centro de Lac-Mégantic. Varios vagones cisterna estallaron e incineraron numerosos edificios, incluido un popular bar en el que se encontraban decenas de personas.
El incendio duró varios días y los equipos de rescate tardaron semanas en recuperar los restos mortales de todas las víctimas. En muchos casos, los fallecidos sólo pudieron ser identificados a través de pruebas de ADN.
Lac-Mégantic también se enfrenta todavía a los daños medioambientales que causó el derrame de millones de litros de petróleo. El crudo transportado por el tren era especialmente peligroso y dañino para el medio ambiente.
Mientras, MM&A, radicada en Estados Unidos, se declaró en bancarrota poco después del accidente y ha dicho que no puede hacer frente a los costes de la limpieza de Lac-Mégantic.
Toronto (Canadá), 18 dic (EFE).-