El beneficio neto del gigante tecnológico y audiovisual nipón Sony se hundió un 78 por ciento durante el primer semestre debido a su proceso de reestructuración, al impacto de los terremotos del sudoeste de Japón y al lastre de su rama de telefonía móvil.
El conglomerado nipón se embolsó entre abril y septiembre unas ganancias netas de 26.000 millones de yenes (226 millones de euros), una cifra por debajo de lo que preveían la mayoría de analistas y que Sony achaca sobre todo a las citadas circunstancias excepcionales y a la devaluación del yen.
Durante el semestre, primera mitad del año fiscal nipón, su beneficio operativo ascendió a 101.900 millones de yenes (886 millones de euros), un 44,9 % menos, explicó hoy en un comunicado la empresa con sede en Tokio.
Sus ingresos por ventas descendieron un 10,8 % en términos interanuales hasta los 3,3 billones de yenes (28.718 millones de euros), aunque se mantuvieron prácticamente planos si se excluye el efecto de tipos de cambio desfavorables.
La compañía, que afronta la fase final de su proceso de reestructuración para centrarse en sus áreas más rentables -videojuegos, entretenimiento y sensores de imagen- decidió desprenderse el pasado julio de su negocio de baterías.
La venta de esta rama al fabricante nipón de componentes electrónicos Murata Manufacturing ha supuesto un gasto operativo de 32.800 millones de yenes (285 millones de euros) para Sony.
Además, las áreas de videocámaras y cámaras digitales compactas y de semiconductores volvieron a resentirse por los efectos de los fuertes terremotos que sacudieron Kyushu (sudoeste de Japón) en abril, y que causaron el cierre de varias plantas que suministraban componentes para Sony.
Los seísmos han acarreado a la compañía unos gastos de 14.700 millones de yenes (127 millones de euros) en el semestre, mientras que se espera que su impacto en las cuentas anuales ascienda a 53.500 millones de yenes (464 millones de euros), casi la mitad que su estimación anterior.
En el área de videojuegos, principal motor de las ganancias de Sony, las ventas crecieron un 2 por ciento si se excluye el efecto a la baja del yen, gracias al lanzamiento de nuevos títulos para su videoconsola PlayStation 4.
Sony confía en dar un nuevo impulso a su rama de ocio electrónico con los lanzamientos de la PlayStation 4 pro, una versión más potente de la plataforma, y de las gafas de realidad virtual PlayStation VR compatibles con la familia PS4, de las que se han comercializado unos 40 millones de consolas en todo el mundo.
Por su parte, Sony Pictures, el área de producción y distribución audiovisual de la compañía, logró un incremento de sus ingresos del 4,6 por ciento en el trimestre julio-septiembre- gracias a taquillazos internacionales como «Ghostbusters» (Cazafantasmas) y «Sausage Party» (La fiesta de las salchichas).
En el apartado positivo, Sony también destacó el aumento en la rentabilidad de su área de telefonía móvil, pese a que sus ingresos cayeron un 40 por ciento y a que incurrió en pérdidas operativas de 20.600 millones de yenes (178 millones de euros).
A partir de estos resultados, Sony decidió revisar a la baja sus resultados para el ejercicio en curso, que concluirá en marzo del año próximo.
La empresa prevé embolsarse unas ganancias netas de 60.000 millones de yenes (521 millones de euros), un 59,4 por ciento interanual menos, y un beneficio operativo de 270.000 millones de yenes (2.348 millones de euros), un 8,2 por ciento menos que el año anterior y un 10 por ciento menos que su cálculo anterior.
Su facturación por ventas descenderá un 8,7 por ciento hasta los 7.400 millones de yenes (64 millones de euros), según la estimación.
Antonio Hermosín
Tokio, 1 nov (EFE).-