BANGKOK – Los rescatistas liberaron el lunes a cuatro personas de edificios derrumbados en Myanmar, informaron medios chinos, ofreciendo algo de esperanza tres días después de un gran terremoto que mató a unas 2.000 personas mientras los buscadores en Myanmar y Tailandia se apresuraban a encontrar más sobrevivientes.
Entre los rescatados de los escombros en Mandalay en la madrugada del lunes había una mujer embarazada y una niña, informó la agencia de noticias Xinhua.
Mandalay está cerca del epicentro del terremoto de magnitud 7,7 del viernes que causó una devastación masiva en Myanmar y causó daños y muertes en la vecina Tailandia.
China, India y Tailandia se encuentran entre los vecinos de Myanmar que han enviado materiales y equipos de socorro, junto con ayuda y personal de Malasia, Singapur y Rusia.
«No importa cuánto tiempo trabajemos. Lo más importante es que podamos llevar esperanza a la población local», dijo Yue Xin, jefe del primer destacamento del Equipo de Búsqueda y Rescate de China, informó Xinhua.
En Bangkok, la capital de Tailandia, los equipos de emergencia que utilizan grúas y perros rastreadores continuaron el lunes una búsqueda desesperada de 76 personas que se cree están enterradas bajo los escombros de un rascacielos en construcción que se derrumbó.
El gobernador de Bangkok, Chadchart Sittipunt, dijo que los rescatistas no se dan por vencidos a pesar de que el plazo convencional de tres días para encontrar personas con vida se acerca rápidamente.
«La búsqueda continuará incluso después de 72 horas, porque en Turquía, las personas que estuvieron atrapadas durante una semana han sobrevivido. La búsqueda no se ha cancelado», dijo Chadchart.
Dijo que los escaneos de las máquinas sobre los escombros indicaban que todavía podría haber gente viva debajo, y se están enviando perros rastreadores para tratar de determinar sus ubicaciones.
«Hemos detectado señales de vida débiles y hay muchas manchas», dijo.
El número oficial de muertos en Tailandia fue de 18 el domingo, pero podría dispararse si no se realizan más rescates en el lugar del edificio derrumbado.
En Myanmar, los medios estatales informaron que se había confirmado la muerte de al menos 1.700 personas hasta el domingo. El Wall Street Journal, citando a la junta militar gobernante, informó que la cifra de muertos en Myanmar ascendía a 2.028. Reuters no pudo confirmar de inmediato la nueva cifra de muertos. Naciones Unidas indicó que estaba enviando urgentemente ayuda humanitaria a los supervivientes en el centro de Myanmar.
«Nuestros equipos en Mandalay están uniendo esfuerzos para ampliar la respuesta humanitaria a pesar de estar pasando por el trauma», declaró Noriko Takagi, representante de la agencia de la ONU para los refugiados en Myanmar. «El tiempo apremia, ya que Myanmar necesita solidaridad y apoyo global ante esta inmensa devastación».
Estados Unidos prometió 2 millones de dólares en ayuda a través de organizaciones de asistencia humanitaria con sede en Myanmar. En un comunicado, indicó que un equipo de respuesta a emergencias de USAID, que está sufriendo recortes masivos bajo la administración Trump, se está desplegando en Myanmar.
La devastación del terremoto ha aumentado la miseria en Myanmar, que ya se encontraba sumido en el caos debido a una guerra civil que surgió de un levantamiento nacional después de que un golpe militar de 2021 derrocara al gobierno electo de la Premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi.
Un grupo rebelde dijo que el ejército gobernante de Myanmar todavía estaba realizando ataques aéreos sobre aldeas después del terremoto, y el ministro de Relaciones Exteriores de Singapur pidió un alto el fuego inmediato para ayudar en los esfuerzos de socorro. La infraestructura crítica, incluidos puentes, carreteras, aeropuertos y ferrocarriles, en todo el país de 55 millones de habitantes se encuentran dañados, lo que ralentiza los esfuerzos humanitarios mientras el conflicto que ha golpeado la economía, desplazado a más de 3,5 millones de personas y debilitado el sistema de salud continúa.
