Las empresas mineras junior que esperan producir litio, níquel y otros metales energéticos verdes temen que la represión de Canadá contra algunos inversores extranjeros pueda limitar su capacidad para recaudar fondos para minas e instalaciones relacionadas.
El otoño pasado, Ottawa propuso reforzar su Ley de Inversiones de Canadá (ICA, por sus siglas en inglés) para otorgar a los ministros del gobierno el poder de bloquear o cancelar inversiones críticas en minerales si creen que dichos acuerdos amenazan la seguridad nacional. Los cambios esencialmente le darían al gobierno un mayor control sobre las empresas que cotizan en la Bolsa de Valores de Toronto y se espera que finalicen esta primavera.
Esa tensión será lo más importante en la conferencia anual de la Asociación de Prospectores y Desarrolladores de Canadá (PDAC) de esta semana en Toronto, una de las reuniones más grandes del mundo de compañías mineras y sus financistas.
Casi la mitad de las empresas mineras del mundo cotizan en Toronto y la ciudad ha sido durante mucho tiempo un destino principal para las empresas mineras junior para recaudar fondos, incluso por encima de las bolsas rivales en Sydney, Nueva York y Londres.
Los cambios son ampliamente vistos como una medida defensiva contra China, que ha invertido $7 mil millones en el sector de metales básicos de Canadá en los últimos 20 años, según S&P Market Intelligence. El otoño pasado, los funcionarios canadienses ordenaron a las empresas chinas que vendieran participaciones en tres empresas de litio que cotizan en Toronto, dos de las cuales están desarrollando minas fuera de Canadá.
El Ministerio de Industria de Canadá, que encabeza el cambio de reglas, calificó a los minerales críticos como «clave para la futura prosperidad de nuestro país».
Sin embargo, la represión del gobierno podría repuntar y dañar a Canadá, ya que la industria minera sustenta una gran parte de la economía del país, dicen inversionistas y analistas.
El año pasado, Ottawa había lanzado planes para invertir 3.800 millones de dólares canadienses (2790 millones de dólares) para impulsar el propio sector de materiales críticos de Canadá y agilizar los permisos de minería.