Se han emitido nuevas advertencias para retirarse o enfrentar graves consecuencias, pero los manifestantes que obstruyen las carreteras alrededor de Parliament Hill, así como el cruce fronterizo más transitado de Canadá, aún no muestran signos de ceder.
El viernes, el premier de Ontario, Doug Ford declaró estado de emergencia, lo cual permitirá a su gabinete imponer multas de $100.000 y hasta un año de cárcel como castigos contra las personas que continúan bloqueando carreteras, puentes, aceras y otra infraestructura crítica de manera ilegal.
Tanto Ford como el primer ministro Justin Trudeau advirtieron a los manifestantes, que exigen el fin inmediato de todos los mandatos y restricciones de salud pública de COVID-19, que si no se van a casa, las sanciones que enfrentan podrían arruinar sus vidas.
Un juez también emitió una orden judicial que les daba a los manifestantes que bloqueaban el tráfico transfronterizo en el puente Ambassador en Windsor, Ontario, hasta las 7:00 p.m.
El bloqueo del puente ha detenido el flujo de cientos de millones de dólares en el comercio transfronterizo, lo que provocó súplicas del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y de la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, para que los funcionarios canadienses reabrieran el cruce y restañaran la hemorragia económica que ahora amenaza los medios de subsistencia de un gran cantidad de personas en ambos lados de la frontera.
En todo Canadá, políticos federales, provinciales y municipales de todo tipo están pidiendo el fin de los bloqueos que se están llevando a cabo actualmente y al mismo tiempo toman medidas para tratar de mitigar el impacto de las nuevas manifestaciones previstas para este fin de semana en varias comunidades de todo el país.
