Los jefes de Estado Mayor de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) acordaron hoy en Bamako las líneas generales de la misión militar de apoyo al Gobierno de Mali (AFISMA), aunque continuarán mañana sus trabajos.
Los dirigentes militares de los 15 países de la CEDEAO permanecieron casi doce horas reunidos para ultimar el plan de intervención de los 3.300 efectivos que tienen previsto enviar para ayudar al Ejército maliense a retomar el norte del país, en manos de rebeldes salafíes desde el pasado junio.
Según varias fuentes, más allá de la estrategia, las discusiones han girado en torno al presupuesto de la operación, la logística e incluso en cómo superar las diferencias lingüísticas entre los diferentes miembros de la misión.
El ministro marfileño de Interior, Hamed Bakayoko, aseguró a un grupo de periodistas que «todo apunta a que los trabajos llegarán a buen término» y que el esquema inicial planteado por la CEDEAO se adaptará al contexto.
Desde Abuya, las autoridades nigerianas, que comandarán la AFISMA, aprobada por la ONU el pasado diciembre, anunciaron hoy que mañana enviarán a 190 soldados de los 900 que se han comprometido a desplegar.
El portavoz del Ejército de Nigeria, Mohammed Yerima, explicó que estos uniformados se unirán a un equipo técnico del Ejército de Nigeria y de las Fuerzas Aéreas que ya se encuentran en Mali para facilitar su despliegue.
Asimismo, el Gobierno de Níger anunció hoy que un destacamento de 507 soldados entrenados espera la luz verde de los jefes militares de la CEDEAO para viajar a Mali.
El jefe de AFISMA, el oficial nigeriano Shehu Abdel Kader, insistió esta mañana antes del arranque de la reunión en que «el compromiso de AFINSA es liberar el norte de Mali».
Mientras los jefes militares de la CEDEAO continúan sus discusiones, el Ejército francés, que como aseguró hoy el Gobierno galo sólo tardó cinco horas en actuar desde que el presidente François Hollande aprobó la intervención, continúa su ofensiva y los bombardeos aéreos en los dos frentes abiertos con los rebeldes armados.
En la región de Mopti, en el centro-este del país, las fuerzas malienses, con el apoyo de tropas francesas, han logrado contener el avance del grupo salafí Ansar al Din, aunque, según reconocieron hoy las autoridades francesas, la localidad de Kona, tomada por los insurgentes la semana pasada, aún no ha podido ser controlada totalmente por el Ejército maliense.
Por otra parte, en el frente abierto en la provincia de Segú, en en centro del país, los islamistas radicales continúan atrincherados en la ciudad de Diabali, en la que irrumpieron ayer.
Las tropas francesas, que cuentan con 800 efectivos sobre el terreno, han comenzado a movilizarse para reforzar la contención de la insurgencia.
El portavoz de Ansar al Din, Sanda Uld Bumana, aseguró hoy a Efe desde Diabali que los rebeldes «tienen confianza» y subrayó que la victoria se decantará de su lado, porque, dijo, luchan con Dios de su parte.
«Todo se desarrolla bien, seguimos con nuestra misión y ganaremos, Dios mediante», dijo a Efe, en una conversación telefónica, Sanda Uld Bumana, cercano al máximo dirigente de Ansar al Din, Iyad Ag Gali.
El pasado día 7, los grupos salafíes que controlan el norte del país desde junio pasado, lanzaron una ofensiva contra territorio bajo influencia del Gobierno de Bamako y tomaron la localidad de Kona.
Incapaz de frenar la ofensiva, el Ejército maliense solicitó la intervención de Francia, que ha asegurado que se mantendrá en el país hasta que se desplieguen las fuerzas africanas y la situación se haya estabilizado.
Idrisa Diakité
Bamako, 15 ene (EFE).-