La alfombra roja de Cannes tuvo clara predominancia masculina, con todo el equipo de la película «Behind the Candelabra», de Steven Soderbergh, y la aparición sorpresa de otros como Adrien Brody.
Encabezando ese reparto masculino, un Matt Damon emocionado y devolviendo los «flashes» de los fotógrafos con constantes fotografías desde su propio teléfono móvil, y un Michael Douglas sin la presencia a su lado de su mujer, la galesa Catherine Zeta-Jones.
Soderbergh, director de ese filme que entra en competición; su guionista, Richard LaGravenese; y el productor, Jerry Weintraub, contribuyeron además a que el recorrido que tradicionalmente hacen juntos los integrantes de la cinta que se proyecta cada noche estuviera escasa de tacones.
No faltó, sin embargo, la dosis de glamur inevitable en cada velada y que en esta ocasión estuvo garantizada por la estadounidense Sharon Stone, con un escote tan pronunciado como su delgadez, y por Jessica Chastain, que impresionó por su vestido blanco y las ondas de su melena pelirroja.
La modelo Adriana Karembeu se dejó ver igualmente en el paseíllo previo a la proyección, con una impresionante coleta y un porte que no tenía nada que envidiar al de otra compañera de profesión, la también actriz Mila Jovovich.
Y se unió al grupo de bellezas la bailarina de «burlesque» Dita Von Teese, que se mantuvo fiel a su estilo y compensó la blancura de su piel con la intensidad del rojo de su vestido.
En los escasos metros de acceso al Palacio de Festivales se pudo ver también al crítico e historiador cinematográfico español Diego Galán, del que hoy se proyecta en la sección Cannes Classics su documental «Con la pata quebrada», un recorrido paralelo entre el papel de la mujer y la imagen dada del mismo en la cinematografía española.
Cannes (Francia), 22 may (EFE).-