La Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA) está vaciando sus centros de detención y encontrando alternativas para mantener a los detenidos tras las rejas hasta que puedan ser procesados.
La razón es prevenir la propagación del coronavirus que causa COVID-19. Pero los defensores dicen que ha tardado mucho en llegar y esperan que allane el camino para un nuevo enfoque en el futuro.
Aquí hay un vistazo a los números a principios de noviembre:
- El centro de detención de Laval, Quebec, con capacidad para 109 detenidos, tenía 12.
- El centro de Toronto, que puede albergar a 183, tuvo 18.
- El nuevo centro de CBSA en Surrey, BC, que tiene una capacidad de 70, tenía 11.
Durante años, el abogado Pierre-Olivier Marcoux ha estado pidiendo la liberación de los detenidos por inmigración.
El abogado de asistencia legal de Montreal, que se especializa en leyes de inmigración, no puede creer que haya sido necesaria una pandemia para sacar a la gente.
«A mis clientes les conviene ser libres», dijo Marcoux. «Pero sigue siendo increíble que de repente, debido a un virus, queramos detener a la menor cantidad de personas posible».
Miles puestos tras las rejas
Entre abril de 2019 y marzo de 2020, CBSA puso a 8.825 personas, incluidos 138 menores, tras las rejas, bajo la Ley de Protección de Inmigración y Refugiados.
Entre ellos, por ejemplo, había solicitantes de asilo que no tenían todos los documentos de identificación necesarios, trabajadores extranjeros cuyas visas habían expirado y personas en espera de deportación. La mayoría de los niños en los centros de detención estaban allí con un padre detenido.
Cerca de 2.000 de ellos, más de uno de cada cinco, estaban encerrados en cárceles provinciales, ya sea porque los centros de detención de CBSA estaban llenos, no había centros en su región o el expediente del detenido tenía un vínculo con la criminalidad.
Pero hasta la semana pasada, solo había 94 inmigrantes detenidos en cárceles provinciales.
‘El 99% respeta sus condiciones’
«CBSA nos ha estado enviando un número creciente de personas para que pueda vaciar los centros de espera», dijo Samira Figuigui, directora ejecutiva de la Sociedad John Howard de Quebec.
La organización ha estado supervisando un programa de monitoreo de migrantes en la comunidad en asociación con CBSA desde el verano de 2018.
Sin embargo, el programa ha experimentado un aumento desde la pandemia.
A principios de marzo, el programa tenía alrededor de 10 archivos activos. Desde entonces se ha duplicado.
Bajo este programa, un detenido que es liberado del centro de detención de Laval tiene que aceptar una serie de condiciones, como presentarse a la organización cada semana, realizar trabajo voluntario o encontrar un trabajo (si está legalmente autorizado para hacerlo) y someterse a terapia, si corresponde.
Figuigui dijo que «el 99% respeta sus condiciones».
Desde el lanzamiento del programa, la organización admite que ha perdido el rastro de dos personas: una que padecía una enfermedad mental y otra que tenía un problema de drogas. Según Figuigui, ninguno de los dos representaba una amenaza para la sociedad.
