La italiana Loretta Napoleoni, experta en terrorismo, escritora de «best-sellers» y autora de «Traficantes de personas: el negocio de los secuestros y de la crisis de los refugiados», denunció que «los gobiernos financian el terrorismo pagando rescates de personas secuestradas».
Napoleoni, que está presentando este último libro, publicado por la editorial Paidós, señaló en una entrevista con Efe que «Traficantes de personas» es una obra «muy necesaria para entender cómo los gobiernos terminan financiando el terrorismo».
La autora indica que escribir un libro como éste es muy complejo, «más incluso que ‘Fénix Islamista'», obra que trataba del nuevo modelo de nacionalismo que plantean grupos terroristas como el Estado Islámico.
«Al final, los protagonistas de ‘Fénix Islamista’ son terroristas que hacen cosas terribles por una utopía islámica, a diferencia de los que protagonizan ‘Traficantes de personas’, que tratan a las otras personas como meros objetos solo por dinero», añade Napoleoni.
La exitosa novelista, economista y analista política, experta en terrorismo y su financiación, manifiesta que los gobiernos han llegado a pagar millones de euros, en algunos casos hasta 10 millones, «para recuperar a los rehenes que tienen secuestrados».
Según la autora, uno de los países que más paga para recuperar a rehenes secuestrados es Italia, hecho que el Estado Islámico y otros grupos armados saben y aprovechan para negociar pagos más cuantiosos.
Napoleoni no duda en apuntar a los rehenes que vuelven a sus países como responsables de lo que está pasando: «Cuando regresan, no explican lo que ha pasado allí realmente, aunque algunos escriban sus memorias», asegura.
«Los gobiernos presionan porque son los responsables del pago y finalmente deciden lo que deben hacer y decir los rehenes, que muchas veces también tienen un miedo terrible que les impide explicar sus experiencias», según Napoleoni.
La experta en terrorismo afirma que «es un tema complicado pero ningún rehén vuelve a casa sin pagar su rescate» y, por lo tanto, todos los países terminan pagando para que los capturados puedan volver a sus casas.
En su libro explica un caso en el que Estados Unidos pagó un rescate liberando a cinco talibanes que tenía presos en Guantánamo y, aunque no es lo más frecuente, Napoleoni denuncia que «no importa si el rescate se paga con monedas o sin monedas: al final, liberar a cinco líderes de los talibanes es también un beneficio para los secuestradores».
Para la escritora, una solución pasa por la intervención de las familias. «Las familias deberían pagar los rescates y, como no tienen tanto dinero como los gobiernos, los rescates no serían tan costosos», dice.
El pago que se realiza para devolver a los rehenes debe ser para «cubrir el gasto del secuestro, sin pagar más, y evitar así que sea un negocio donde obtener un beneficio», defiende Napoleoni.
La oleada de secuestros de los últimos años ha afectado mucho a la ayuda humanitaria exterior, sobre todo de Europa y de EE.UU., y en estos momentos es la gente de la región quien ha pasado a hacerse cargo de la asistencia humanitaria.
«La presencia de organizaciones locales es necesaria, pero la ayuda exterior es más positiva por la experiencia que aportan y su preparación», indica la experta en terrorismo.
«Lo peor de todo es que ahora no hay gente que se vaya a esos países, no hay periodistas porque es demasiado arriesgado y, por lo tanto, no sabemos lo que está pasando: todo lo que nos llega es propaganda», concluye Napoleoni.
Paula Pairó
Barcelona (España), 5 nov (EFE).-