Fue la primera mujer del movimiento Dogma y con «An Education» (2009), nominada a los Óscar, logró su mayor éxito hasta la fecha. La directora danesa Lone Scherfig cree que «las películas de superhéroes mantienen el cine vivo», aunque no se ve dirigiendo una.
En una entrevista con Efe con motivo del homenaje que le rinde este fin de semana el Festival de Cine de Madrid, Scherfig también ha anunciado que en breve empezará a rodar en Nueva York su primera película americana, que volverá al espíritu de «Italian for Beginners».
Su título provisional es «Secrets from the Russian Tea Room» y el reparto se anunciará «pronto». Volverá así a dirigir un guion propio después de sus cuatro películas británicas, la última de ellas, «Their finest», un drama romántico ambientado en Londres en la Segunda Guerra Mundial, aún pendiente de estreno.
PREGUNTA: ¿De que tratará su nueva película?
RESPUESTA: Se parece a «Italian for Begginers» porque es una historia sobre gente solitaria inmersa en grandes crisis que poco a poco se encuentran y se hacen amigos, aunque el contraste entre tragedia y humor será más fuerte que nunca.
P: ¿Porqué había dejado de dirigir sus propios guiones?
R: No ha sido un plan trazado, surgió así. Llevo cuatro años con el guion de mi nueva película. Es complicado conseguir un presupuesto suficientemente grande para hacer una película bonita y suficientemente pequeño para mantener el control.
P: En España recibirá el Premio Mirada Internacional del Festival de Cine de Madrid. ¿Qué significan los premios para usted?
R: Significan apoyo. A veces pienso que habría tenido que dedicar mi vida a algo más necesario, tipo conductora de ambulancia, o que el tiempo que robo a la vida de la gente con mis películas equivale a matar a varias personas. Los premios me ayudan a lidiar con ese tipo de pensamientos y a creer que puedo seguir dedicándome a esto.
P: ¿Las tres nominaciones al Óscar con «An Education» sirvieron para algo más?
R: El productor Jeremy Thomas me dijo una vez que los Óscar te permiten hacer dos películas flojas, son un pasaporte para experimentar. Espero que «Their finest» tenga suficiente éxito para permitirme dos fiascos más porque no quiero repetirme, quiero asumir retos nuevos.
P: ¿Qué opina de la fiebre de Hollywood con los superhéroes y las secuelas?
R: Están bien esas películas, porque mantienen el cine vivo. Si no, el cine sería algo muy elitista, no iría mucha gente, aparte de que algunas son realmente fantásticas. Gracias a eso, el año pasado fue al cine más gente que nunca en la historia.
P: ¿Le gustaría dirigir una película de superhéroes?
R: Lo que disfruto más y me hace feliz es el micromundo, alguien fijándose en la mirada de otro, el tiempo perfecto de un chiste. La tecnología no me interesa demasiado, me gusta la gente de carne y hueso. No creo que sea la persona adecuada para un filme así, aunque por otro lado es cierto que siempre busco hacer cosas nuevas.
P: ¿Qué hay de nuevo en «Their finest»?
R: Es la película de mayor presupuesto que he hecho y el guion me interesó mucho. Va sobre la industria del cine de la propaganda en Londres durante la Segunda Guerra Mundial, el momento de la historia en el que el cine ha sido más importante. Ahora que lo pienso, todas mis películas inglesas tienen una mujer joven que es escritora o aspirante a escritora, pero no ha sido algo premeditado.
P: ¿Qué le aportó Dogma como cineasta?
R: Dogma nos ayudó a encontrar nuestra voz como directores. Veníamos de la tradición del cine europeo clásico, con un lenguaje refinado inspirado en los grandes autores como Buñuel, Tarkosvky o Fellini. Nos dijeron que así había que hacerlo, pero con Dogma descubrí que me siento más a gusto trabajando con formas más toscas y también creo que el humor funciona mejor si trabajas rápido y en un entorno menos controlado.
P: ¿Significa eso que algo de Dogma sigue vivo en usted?
R: Sí, y aún comparto oficina con un colega de Dogma. Nos seguimos apoyando mutuamente. Creo que somos muy poco competitivos porque tenemos claro que Lars von Trier es el mejor. Él siempre está diez pasos por delante, estética y técnicamente.
P: ¿Cual es su relación con el cine español?
R: No mucha. Siempre me he sentido más conectada con el neorrealismo italiano. Pero Buñuel es importante para mí. En mis clases de guion utilizo un capítulo de sus memorias que habla de lo que ama y lo que odia, para inspirar a mis alumnos y recordarles que ese es un buen punto de partida para escribir, en lugar de pensar qué quiere la gente o copiar fórmulas.Madrid, 21 oct (EFE).-