Una madre londinense de 27 años y su hija de nueve años continúan luchando por sus vidas mientras los investigadores provinciales buscan testigos del accidente ocurrido el domingo, cuando una patrulla de la policía literalmente se llevó por delante el taxi donde se desplazaban la menor y su madre.
Porsche Clark y su hija Skyla fueron llevadas de urgencia al hospital el domingo por la noche después de que el taxi en el que se desplazaban fuera golpeado violentamente por una patrulla de policía de la OPP que perseguía a otro vehículo.
Un miembro de la familia de las víctimas les dijo a los medios, que las dos víctimas del accidente, no han recuperado la conciencia después de sufrir lesiones críticas en el accidente.
Persecución policial
La cadena de eventos que condujeron al accidente comenzó en la ciudad de Sarnia, donde la policía dijo que dos hombres armados entraron en una sede del TD Bank y luego de ejecutar el robo huyeron en un vehículo rumbo a London.
Fue entonces cuando la OPP se involucró en la persecución del vehículo sospechoso hasta la salida de Wellington Road en la autopista 401. Los agentes finalmente alcanzaron el vehículo y arrestaron a dos hombres de 21 y 23 años. La policía les decomiso dos armas replicas con las cuales ejecutaron el robo del banco.
Los dos hombres fueron acusados de robo con arma de fuego, y se les incauto $5000 en efectivo producto del hurto.
Fue durante la persecución policial que la patrulla de la policía de la OPP, golpeó el taxi que transportaba a las Clarks en la intersección de Southdale Road East y Verulan Street.
El oficial de OPP y el conductor del taxi U-Need-A también fueron llevados al hospital, pero fueron dados de alta.
El estado de la madre y la hija
Según el informe médico, La niña estuvo en «paro cardíaco» durante varios minutos, y debido a una lesión en la columna aún no tiene movimiento los brazos y piernas. La madre necesita una delicada cirugía para «reparar la aorta del ventrículo izquierdo de su corazón» además de una lesión en el bazo.
Porsche Clark y su hija Skyla, de 9 años, nunca imaginaron que luego de salir de compras del supermercado No Frills, el taxi en que se trasportaban rumbo a casa fuera envestido de una manera tan violenta por la policía.
