Los aportes a la investigación de los científicos Rodolfo Llinás y Manuel Elkin Patarroyo hacen a Colombia merecedora del Premio Nobel de Medicina, dijo en una entrevista con la agencia de noticias Efe el director del Departamento de Ciencia, Tecnología e Innovación de este país (Colciencias), Carlos Fonseca.
Fonseca, quien asumió esta dirección en septiembre pasado, se comprometió a lograr ese propósito y adelantó que el reto es trabajar «para saber más y para la humanidad».
Y no es una utopía ya que Llinás, un doctor en neurociencia que trabaja en la Universidad de Nueva York, ya es candidato al Nobel, mientras que Patarroyo tiene en su haber ser el inventor de la primera vacuna de la malaria, en la que trabaja para hacerla efectiva al cien por cien.
«Nos gustaría entregar una vacuna sintética a la humanidad o el descubrimiento de cómo solucionar el Alzheimer (…). Colombia es generosa, es grande y es capaz de entregarle a la humanidad un nuevo descubrimiento», dijo el director de Colciencias, un organismo que el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos se ha comprometido a darle fuerza.
«Como en los deportes, vamos a conseguir medallas de oro y vamos a trabajar para lograr un Nobel, aunque no es nuestra obsesión lograrlo de cualquier manera, sino por entregarle a la humanidad algo que le sirva, y en verdad vamos por buen camino», insistió.
Fonseca celebró la medalla de oro que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC) entregó recientemente a Llinás por sus aportaciones al conocimiento del funcionamiento cerebral.
Actualmente este científico, nacido en Bogotá en 1934 y quien ha hecho importantes avances en la cura del cáncer y el alzheimer, trabaja junto a colegas estadounidenses en la transformación de la estructura del agua para optimizar la función celular de los seres humanos.
«Estamos felices por ese reconocimiento que acaba de ganar Rodolfo Llinás, y queremos contribuir a que personalidades como él y como Patarroyo compitan en lo más alto del conocimiento y la ciencia, y que finalmente el mundo les reconozca sus esfuerzos con un Nobel», comentó.
Sobre Patarroyo, quien en 1986 descubrió la primera vacuna de la malaria, entregó la patente a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ahora trabaja para lograr el cien por cien de efectividad, le defendió frente a los problemas que afronta por el cierre de su laboratorio en la Amazonía.
Después de 32 años de investigaciones, un tribunal decretó la clausura de su laboratorio en la selva al dar la razón a la asociación Entropika, que acusa al investigador de tráfico de animales por usar monos capturados supuestamente al otro lado de la frontera colombiana.
«Yo he analizado y estudiado el caso del doctor Patarroyo y las críticas que ha tenido respecto al tratamiento de los micos Aotus y encuentro que ha cumplido con toda la ley, con todas las restricciones que le han impuesto las corporaciones regionales y vi que además tiene acuerdos con los indígenas», dijo Fonseca.
El director de Colciencias confirmó que «Patarroyo recoge animales de la selva, hace experimentación con ellos y, solo cuando está garantizado que no llevan ningún tipo de enfermedad, son liberados. Ese fue el acuerdo con las corporaciones autónomas regionales».
Dejó así claro que el padre de la vacuna sintética de la malaria no hace uso de «bioterios», lugares especiales donde los animales son confinados desde que nacen hasta que mueren.
El director de Colciencias, además de respaldar a los científicos colombianos más laureados, garantizó que los cuidará y apoyará.
Y aprovechó para resaltar el mérito que esto supone, si se tiene en cuenta que Colombia está «bien atrás» en investigación e innovación respecto a otros países iberoamericanos.
«Obviamente hay países como Brasil que nos lleva la delantera y México, también Chile que va un poco adelante al igual que Argentina, pero Colombia tiene un gran reto de hacer una aceleración fuerte», aseguró Fonseca.
El director de Colciencias resaltó el crecimiento experimentado por Colombia en los últimos cinco años «solo de artículos científicos» y adelantó que también se trabaja en innovación tecnológica, social e incluso institucional con empresas asociadas a universidades.