Por Vilma Filici / filici@filici.com
TORONTO. Pareciera que finalmente, después de una prolongada época invernal, se está acercando el verano, y con éste, llegan también los festivales típicos de nuestra comunidad y de todas las comunidades étnicas que habitan en Canadá, con lo cual se presenta el momento propicio para traer artistas de nuestros países de origen a fin de mostrar nuestros talentos internacionales.
Definitivamente esta es una muy buena oportunidad para ayudar a los artistas de América Latina a que vengan a mostrar sus artes a la sociedad canadiense, y que con ello se generen también ingresos económicos. Pero es importante que los promotores de artistas recuerden que hay un procedimiento específico para traer a los artistas que pueden venir a actuar en estas actividades canadienses.
Digo esto porque algunas personas traen artistas solamente con visas de turistas y ya una vez que están aquí los hacen trabajar sin tener una autorización para ello, lo cual les puede generar dificultades tanto a los promotores como también a los mismos artistas.
Una situación de estas es muy peligrosa, porque si en algún momento el Departamento de Inmigración en el Puerto de entrada a Canadá se da cuenta de que estas personas en realidad vienen a trabajar y no sólo de visita, pueden negarles la entrada y entonces el promotor del evento va a quedar muy mal, con entradas vendidas y sin artista para actuar.
Es importante saber que hay una sección de ley que es especial para los artistas que vienen a presentarse una, dos o tres veces en Canadá, y es una excepción que requiere que el promotor del evento envíe una carta de invitación, un contrato y el itinerario del artista, explicando que ellos se van a encargar de los gastos en que este incurra mientras está en el país, etc.
De igual forma se requiere que se envíe el contrato que se ha firmado con el artista, el contrato que se ha firmado con local donde va a ser la presentación, y que se llene formularios para cada uno de los músicos, cantantes, ingenieros, sonidistas y para todas las personas que vienen en la delegación, incluyendo el manager, junto con una solicitud para todo el grupo.
Se pagan $100.00 por persona en el grupo sin importar el número de personas que sean, y se tiene que enviar todos los documentos al consulado canadiense del país donde se encuentran las personas. Básicamente lo que se hace es solicitar una visa de turista que le permita al artista actuar una vez llegado a Canadá.
Si los artistas provienen de países de donde se requiere visa, generalmente el proceso se hace en el consulado del país de origen, pero si son artistas que vienen de países como España que no necesitan visa para venir a Canadá, toda la documentación y solicitud se presentan en el Puerto de entrada con el oficial de inmigración que los atienda.
Otra cosa que es muy importante recordar es que cuando una persona viene a Canadá con una visa de turista que le permite trabajar, o con un permiso de trabajo, la persona no es nada más que un visitante a quien se le permite trabajar, y por lo tanto tiene que probar en el consulado que está capacitado para hacer el trabajo que va a hacer. En este caso, los artistas deben comprobar que efectivamente son artistas.
En casos donde son artistas muy conocidos no es tanta la documentación que tienen que presentar, pero sin son artistas que no son tan conocidos internacionalmente por supuesto que van a tener que presentar más documentación para probar que ese es el trabajo que ellos desarrolan.
Los solicitantes de visa también tienen que probar que van a regresar a sus países de origen una vez terminada la gira que van a realizar, y esto se hace a través de la presentación de contratos de trabajo, cuentas de banco, comprobantes de propiedades, de tarjetas de crédito, si dejan familia en el país como hijos, esposa o esposo, etc., a fin de convencer al oficial de Inmigración de que van a regresar a su país de origen.
También hay que tener en cuenta que si una persona viene al país con una visa de turista cuando en realidad vienen a trabajar, está mintiéndole a Inmigración, y si ellos se llegan a dar cuenta de lo que está sucediendo, no solamente el artista puede ser castigado con un cargo de falsedad, sino que también el productor puede tener problemas ya que hay secciones dentro de la Ley de Inmigración muy estrictas que penalizan fuertemente a las personas que traen extranjeros a trabajar sin los permisos correspondientes.
Además, es mucho más fácil traer al país a un artista con visa de turista que le permita trabajar, porque si la persona es efectivamente un artista y tiene un contrato de un festival que ya es conocido en Toronto o en cualquier parte de Canadá, va a ser más sencillo para que se le dé el permiso para que vengan a trabajar al país. Lo contrario sucede si un grupo de cinco, diez o veinte personas van al consulado y piden visas de turistas para visitar Canadá.
Aunque parezca menos complicado traer a las personas con visa de turista, las complicaciones son severas para las personas involucradas en las presentaciones y seguramente el tener que cancelar una concierto decepciona a los asistentes y arruina la reputación de los productores de eventos.