Con otra destacada actuación de Lionel Messi, quien marcó dos tantos y dio dos asistencias, Barcelona avanzó sin sobresaltos a los cuartos de final de la Liga de Campeones de Europa al derrotar 5 a 1 Lyon en el Camp Nou, luego de haber igualado 0 a 0 en Francia en la ida.
El elenco catalán se puso en ventaja con polémica a los 17 minutos por un penal que Lionel Messi picó ante el arquero Anthony Lopes. Pero no había sido falta. El árbitro compró la maniobra de Luis Suárez, quien pisó al defensor Jason Denayer y se dejó caer. ¿El VAR? Aunque parece que revisaron la jugada no hubo marcha atrás.
Hasta entonces, el local era muy superior. Porque salió a presionar bien arriba y logró asfixiar al rival en ese primer cuarto de hora.
En ese tiempo, Messi tuvo su chance con un remate desde la puerta del área que Lopes sacó al córner y con otro de Rakitic que fue desviado por un defensor.
No iba a pasar mucho más hasta la llegada del segundo. A los 30, el Barça hizo una de futsal y sacó una ventaja mucho más tranquilizadora. El brasileño Arthur tocó para Suárez, el uruguayo aguantó la marca y mano a mano con el arquero tocó para que Philippe Coutinho definiera con el arco libre. Golazo.
Un rato después, Lyon debió reemplazar a su arquero, que se había golpeado previo al segundo gol, situación por la que debió ser atendido en el campo de juego durante más de cinco minutos.
Los franceses se acercaron en el segundo período gracias a un tanto de Lucas Tousart en otra jugada discutida puesto que en la maniobra previa el brasileño empujó a Clément Lenglet para ganarle en el salto en el área del Barsa. El árbitro polaco Szymon Marciniak recibió asistencia de los responsables del VAR y convalidó el tanto.
De todos modos, hasta allí llegó la remontada de Lyon. El Barsa pisó el acelerador y, en una ráfaga, liquidó definitivamente la serie. A los 33 minutos Messi tejió una maniobra preciosa, en la que con un enganche burló a Marcelo y Denayer y definió de derecha. El arquero Lopes alcanzó a tocar, pero no consiguió impedir el tanto.
A sus dos goles el rosarino le sumó luego dos asistencias, cuando el elenco galo ya había bajado los brazos. Primero le sirvió el cuarto a Gerard Piqué y luego permitió que Ousmane Dembélé, quien había reemplazado a Coutinho, cerrara la goleada.