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¿LCBO un monopolio sin fin?

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¿LCBO un monopolio sin fin?
¿LCBO un monopolio sin fin?

Según un reciente estudio realizado por el C. D. Howe Institute, Ontario podría ganar más dinero por el concepto de  venta de bebidas alcohólicas y los consumidores podrían pagar menos por tomarse unos traguitos, si  el gobierno provincial acaba con el monopolio del LCBO.

Para nadie es un secreto el negociazo que tiene montado el LCBO una empresa que no tiene competencia y cuyas ganancias anuales son increíbles.

Lo bueno del informe es que deja al descubierto, a través de  tablas comparativas, cómo el precio de la cerveza en Ontario, en comparación con otras provincias con mayor participación del sector privado, en particular con Quebec, el precio es mucho menor para el público, por ejemplo 24 cervezas nacionales son $ 10 más baratas  y en el caso de la cerveza importada la diferencia es mucho más.

Desde 1927, cuando se aprobó la Ley de Control de Bebidas Alcohólicas, la Junta de Control de Bebidas Alcohólicas de Ontario y de la propiedad privada-Cerveceros Warehousing Company Limited, han tenido un dominio absoluto sobre la venta de alcohol en la provincia.

“El monopolio de la tienda de la cerveza es… un anacronismo», afirma el informe.  Durante casi 30 años los gobiernos provinciales de diversas tendencias han hablado de la apertura de la competencia, pero han cedido a la presión política de los cerveceros y los temores de que la competencia sería matar a la gallina de los huevos de oro. El LCBO, en el 2013-14 ganó nada más y nada menos que  $ 1740 billones, excluidos los impuestos.

Luego de conocer este informe queda claro que el monopolio de la LCBO y TBS impone costos excesivos para los consumidores, restringiendo de una manera autoritaria un menú de opciones y además limita la accesibilidad de las tiendas regulares a la venta de alcohol al por menor.

Por otro lado, las pequeñas fábricas de cerveza y vinos nacionales quedan en una situación de desventaja competitiva en relación con los productos extranjeros  similares.

Es increíble, pero cierto, Ontario es la única jurisdicción en América del Norte que limita la venta de alcohol fuera de las instalaciones de una cadena de tiendas del gobierno, un solo minorista cerveza privado y un número fijo de tiendas de vino en contados supermercados de la provincia.

Parece que al ministro de Hacienda de la provincia, Carlos Sousa, se le ha olvidado que una de las promesas de campaña de su partido, en las pasadas elecciones, fue precisamente el tema del LCBO y afirmaba en repetidas ocasiones que se mostraba a favor de diversificar el mercado.  Ontario debe  de hacer lo que otras provincias han hecho, dejar  los monopolios, y poder brindarles más ventajas en precios a los consumidores. Quebec permite la venta de vino y cerveza en las tiendas de comestibles, Columbia Británica permitirá la venta de licor en las tiendas de comestibles el próximo año y Alberta privatizó la venta de alcohol hace 20 años.

Manitoba y Saskatchewan permiten las ventas de cerveza y alcohol, para llevar, en hoteles y tiendas privadas  autorizadas. Es hora de dejar a un lado la doble moral y abrir el mercado, así la provincia recibirá más beneficios y los consumidores también.

Según wikipedia , La Junta de Control de Licores de Ontario (LCBO) es una organización  que funciona con capital corporativo de  Ontario y es responsable ante el Ministerio de Finanzas de Ontario. El negocio fue establecido en 1927 y desde entonces controla la venta y distribución de los licores y cervezas de la provincia.

 

 

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