Rusia acusó hoy a Occidente de no ser capaz de influir sobre el Consejo Nacional Sirio (CNS), uno de los principales grupos de la oposición, después de que éste rechazara participar en la conferencia de paz que se celebrará a mediados de noviembre en Ginebra para buscar una salida al conflicto en Siria.
«El mayor obstáculo (…) ahora es la incapacidad de nuestros colegas (de Occidente) para obligar a la oposición siria, la misma a la que ellos protegen, a irse a Ginebra para sentarse a la mesa de negociaciones», dijo el titular de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en rueda de prensa.
Uno de los dirigentes del CNS, George Sabra, dijo ayer que habían decidido no asistir «porque no hemos visto ningún avance interno o externo. No hay mejora de la situación y no existe el ambiente adecuado para la celebración de Ginebra 2».
El CNS es el miembro más importante de la Coalición Nacional Siria (CNFROS), la principal alianza opositora en Siria.
La reunión de Ginebra 2 ha sido impulsada por EEUU y Rusia para pedir la creación de un Gobierno de transición en Siria, en el que estarían integrados miembros del régimen y de la oposición que no tengan las manos manchadas de sangre.
La reunión se ha fijado de forma preliminar para mediados de noviembre, aunque aún no hay fecha.
Según Lavrov, las «declaraciones de Sabra (…) demuestran una vez más que es necesario convocar la conferencia (en Ginebra) sin dilaciones».
Advirtió de que la CNFROS «está perdiendo sus posiciones y su influencia» y de que además del CNS otros grupos opositores se niegan a colaborar con la coalición, algo que, según Lavrov, es instigado por aquellos que están interesados en el «escenario bélico» del conflicto.
En septiembre pasado, el régimen de Bachar al Asad anunció que acudiría a la conferencia de Ginebra sin condiciones previas.
Moscú, 14 oct (EFE).-