Cortizo, un empresario ganadero de 66 años que ganó con el 33 % de los votos las elecciones de mayo pasado, dijo que los fondos públicos «son y serán sagrados» y aseguró que durante su mandato «no habrá intocables».
«Venimos de una década perdida de corrupción, de robarse el dinero de los panameños. Se lo quitaron a los enfermos, a los que sufren sin medicamentos en hospitales fantasmas (…) Nos intoxicó el clientelismo», aseguró durante el discurso de investidura.
Para combatir el flagelo de la corrupción, Cortizo anunció que exigirá a sus ministros adoptar un «código de conducta» y que presentará el próximo julio en el Parlamento una nueva ley sobre contrataciones públicas, así como un paquete de reformas constitucionales destinadas principalmente a fortalecer la separación de poderes.
Cortizo clamó también contra la desigualdad y dijo que el país lleva décadas liderando el crecimiento económico de la región, pero que «es el sexto más desigual del mundo». Panamá tiene además un 6 % de desempleo y la mitad de sus trabajadores son informales.
«Hoy en el país de los millones y billones muere un niño en un barrio o en la comarca por desnutrición, por falta de vacunas, de medicamentos, de atención médica, por abandono», afirmó.
En un discurso que tuvo tintes poéticos, Cortizo admitió que otro de sus principales retos es captar inversión extranjera y reactivar la economía, que se encuentra en clara desaceleración y que el año pasado solo creció un 3,7 %, lejos de los dos dígitos registrados hace una década.
Cortizo fue diputado entre 1994 y 2004, presidente del Parlamento entre 2000 y 2001 y ministro de Desarrollo Agropecuario entre 2004 y 2006, cargo al que renunció por su desacuerdo con los términos del tratado de libre comercio (TLC) que entonces se negociaba con Estados Unidos y que finalmente entró en vigor en 2012.
Los expertos indican que otro desafío que tendrá que afrontar el nuevo presidente es la inclusión del país en distintas listas negras por su supuesta falta de transparencia, como la de Francia o el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).
Panamá volvió este junio a la lista del GAFI de países que presentan deficiencias en la lucha contra el blanqueo de capitales y el financiamiento del terrorismo, en la que ya estuvo en 2014 y de la que logró salir dos años después tras comprometerse a blindar su sistema bancario y penalizar con cárcel la evasión fiscal.
«Vamos a hacer todo para salir como país (de esa lista) Yo me siento muy optimista», afirmó Cortizo, minutos antes de entrar al centro de convenciones para jurar como presidente.