Canadá tiene uno de los más prolíferos y exitosos sectores “sin ánimo de lucro” del mundo. Con cerca de 161.000 “organizaciones” denominadas “not for profit”, éstas agencias declararon en 2003 cerca de $112 billones de dólares de utilidad operacional. El Sector de operaciones sin ánimo de lucro y/o voluntarias representa en Canadá el 6.8 por ciento del producto interno bruto de la Nación (GDP) y “emplean” al doce por ciento de la población económicamente activa del país.
Muchísimos inmigrantes en busca de “experiencia Canadiense” terminan enrolados en las nóminas de estas Agencias, donde donan su tiempo a manera de voluntarios.
Y muchos otros inmigrantes, atraídos por las inmensas ventajas que ofrece la figura de las “not for profit” para el “manejo” de utilidades, impuestos etc.
El valor de las horas trabajadas por voluntarios al servicio de las Agencias “Sin ánimo de lucro” desde el año 2.000 se ha estimado en más de 14 Billones de dólares anualmente.
Veamos un rápido resumen de las contribuciones de diferentes sectores a la Economía Canadiense según las últimas estadísticas disponibles (2003) (Valores aproximados):
- Industria Manufacturera Automotriz: 12 Billones de dólares
- Agricultura 15 Billones
- Industria Hotelera y Comida 27 Billones
- Sector sin Animo de Lucro de Base 30 Billones (2.6% de la Economía)
- Ventas al Detal 60 billones
- Minería, Petróleo, Gas 68 Billones
- Sector Sin Ánimo de Lucro
Y Voluntariado (26% Servicio social) 80 Billones (7.1% de la Economía)
- Colegios y Universidades 17.2 Billones
- Sector Hospitalario 34 Billones
Así pues, la dimensión del sector es gigantesca. No es sorpresa que el Sector Sin Animo de Lucro Canadiense es más grande e importante que los Sectores de explotación Petrolera y Gas Natural combinados.
Pero por eso mismo, los problemas derivados de cualquier irregularidad en éste, son igualmente colosales.
Y uno de los problemas empieza con el nombre mismo del Sector. Cual SIN ANIMO DE LUCRO! Cuando el sector maneja más del siete por ciento de la Economía total de la Nación, el asunto es SINONIMO de un LUCRO FENOMENAL.
El privilegio empezó cuando las autoridades Canadiense y la Agencia de Administración Tributaria del país permitieron a ciertas entidades bautizarse con el apelativo de lo que NO SON. Es como si montásemos un Hotel con el nombre “Donde No se Alquilan Habitaciones” para poder cobrar los otros atributos del lugar, como la piscina, el restaurante, el casino, la playa cercana, el cine en el salón de té, etc. y jugar con los niveles de ocupación para el momento de declarar utilidades.
Estas Sin Animo típicamente obtienen hasta un 35% de sus fondos con actividades llamadas “Fundraising” [consecución de fondos por el sistema de organización de bazares, espectáculos, comidas, almuerzos, desayunos, jornadas de diversión etc.] con las que se complementan otras sumas que ingresan a la organización provenientes de fondos Provinciales, Fondos Federales y Fondos Municipales. Entidades como la Trillium Foundation, otorgan significativas partidas para la realización y desempeño de actividades comunitarias y para el supuesto beneficio de recipientes que cada entidad estima y calcula mediante estudios, análisis, encuestas y testimoniales en la esperanza de confirmar ante las autoridades la cabal realización de su objeto social cada vez que se va a vencer un periodo de ejecución presupuestal. Muchas de estas “Caridades” (Charities, por su nombre en Inglés) emplean a expertos caza-partidas que están pendientes de las convocatorias gubernamentales para la presentación de planes de “acción social” que explican los montos, las condiciones y los periodos de financiación.
Pero mientras los empresarios de las instituciones Con Ánimo de Lucro que le dan vida a la Economía luchan denodadamente para superar cientos de escollos administrativos, legales, tributarios y financieros que amenazan su subsistencia, las Agencias Sin Animo obtienen ventajas, rebajas y descuentos injustos en materia de impuestos a la propiedad e impuestos a la ganancia operacional.
Mientras que un empresario del sector Productivo se ve obligado al cumplimiento de durísimas condiciones para la contratación laboral, los ejecutivos de las exorbitantemente productivas Sin Animo se limitan a expedir certificados de Experiencia Canadiense a los voluntarios que contratan para generar los abultados cheques de nómina del personal directivo de la exitosa “Caridad”.
No todas las Sin Ánimo de Lucro, por supuesto, son dolosas. Hay muchas que realizan una loable y extraordinaria labor social, que resulta palpable y transparente. Ejemplo, los Bancos de Comida de Ontario. Pero muchas otras, sobre todo las pequeñas y recientes operaciones cuyo origen no nace del espíritu Canadiense de contribuir al fortalecimiento de las estructuras sociales, son simplemente entes a la sombra de una legislación existente, que se aprovechan del sistema para hacer una utilidad que en la mayoría de los casos no aguantaría una auditoria gubernamental.
Dicho todo lo anterior, queremos dar un consejo a todos quienes regalan su tiempo, su conocimiento y sus valiosas experiencias adquiridas en empleos exitosos en sus países de origen:
Si va a “donar” su tiempo, asegúrese de que lo regala a una entidad seria, Canadiense de origen y respetuosa de su razón de ser.