Jamie Bacon, un gángster que creía que podía jugar a ser Dios con las vidas de sus enemigos, fue confrontado en un tribunal de BC el viernes por dos mujeres cuyas familias fueron destrozadas por sus acciones.
El acusado se sentó en el palco del prisionero mientras Jourdana Lal y Eileen Mohan subían al estrado para confrontar al líder de la pandilla por sus crímenes.
Sus declaraciones, con impacto emocional en la víctima, tuvieron lugar en la audiencia de sentencia de Bacon en la Corte Suprema de BC por su papel en los llamados asesinatos de Surrey Six.
El líder de los Red Scorpions ordenó el ataque de octubre de 2007 a un rival del narcotráfico que resultó en la matanza de pandillas más grande en la historia de BC.
Fatal desenlace
El hermano menor de Lal, Corey, era el objetivo. Su hermano mayor, Michael, que estaba en la escena cuando llegaron los asesinos, también fue asesinado, junto con otros cuatro, incluido el hijo de 22 años de Mohan, Christopher, que vivía al lado.
«Decidiste qué pasillos no eran seguros para caminar. Decidiste qué madres no merecían ver crecer a sus hijos. Decidiste qué padres perderían su línea de sangre», le dijo Jourdana Lal a Bacon.
«Decidiste qué hijas no merecían que sus papás las llevaran por el pasillo. Decidiste qué hermanas deberían quedarse solas. Decidiste qué niños no necesitaban tíos en sus vidas» Agregó.
Un golpe que se convirtió en una matanza masiva
La jueza Kathleen Ker sentenciará a Bacon el próximo mes por conspiración para cometer el asesinato de Lal y por aconsejar a alguien para que cometa el asesinato de un asociado en un caso separado.
Aunque los fiscales dicen que el rango de sentencia por el cargo de conspiración es de 11 años a cadena perpetua, la Corona y la defensa ya han acordado 18 años como la sentencia recomendada como parte del acuerdo que vio a Bacon declararse culpable de ambos cargos.
Según una declaración de hechos acordada, Bacon estaba tratando de apoderarse del lucrativo mercado de las drogas en Surrey, BC, en el período previo al crimen al obligar a los traficantes de drogas existentes a entregar sus líneas de drogas a los Red Scorpions.
Narcotraficantes rivales
Corey Lal lideró un grupo de narcotraficantes rivales y las tensiones aumentaron entre ellos. A Lal le dijeron que tenía que pagar un impuesto de 100.000 dólares para resolver el conflicto.
Pero cuando Lal se negó a pagar, Bacon decidió que tenía que morir.
Se tramó un complot para atraer a Lal a un estacionamiento, pero pronto se convirtió en un robo y asesinato al estilo de una invasión de viviendas. Los involucrados en el complot también cambiaron, y tres asesinos llegaron al apartamento de Lal en la tarde del 19 de octubre de 2007.
Mataron a los hermanos Lal y Mohan, así como a los asociados de Lal Ryan Bartolomeo y Edward Narong. Edward Schellenberg, un instalador de gas que estaba en una llamada de servicio, fue la sexta víctima.
«¿Cómo te atreves a tocar la vida de mi bebé?»
Bacon ocupó su lugar en la caja del prisionero con una ajustada camisa de golf gris oscuro y pantalones gris claro. Ya no es tan corpulento como parece en las fotos tomadas durante su arresto en 2009, pero es muy musculoso.
El hombre de 35 años se movió en su asiento cuando Mohan leyó su declaración. Habló durante casi una hora, detallando cómo había nombrado a su hijo en honor a San Cristóbal, un orfanato donde los abuelos que lo criaron solían ser voluntarios.
Habló sobre el nacimiento de Christopher Mohan, su vida y su devoción por él. También habló sobre el día en que su cuerpo le fue entregado para el entierro y cómo deseaba haber muerto en lugar de él o unirse a él en su ataúd.
«¿Cómo te atreves? ¿Cómo te atreves a tocar la vida de mi bebé», le dijo Mohan a Bacon mientras ella lo miraba directamente.
«¿Quién te crees que eres para decidir quién vive y quién muere?»
Mohan no ha ocultado el hecho de que cree que Bacon está consiguiendo un buen trato, y dijo que la ley canadiense ha hecho todo lo posible para «nutrir y respetar» los derechos de Bacon.
«¿Los derechos de Christopher también se nutren y respetan hoy?»
La ‘mala conducta’ de la policía podría afectar la sentencia
La sentencia de 18 años acordada por la Corona y la defensa incluye una pena de prisión de 10 años, que se cumplirá al mismo tiempo, por el asesoramiento para cometer un cargo de asesinato.
Al exponer el fundamento de la sentencia, el fiscal Bob Wright dijo que mientras seis personas murieron en la escena del crimen, Bacon era solo una parte de la conspiración para matar a uno de ellos.
También dijo que la «mala conducta atroz» de la policía durante la investigación de los asesinatos fue un factor para pedir una sentencia más leve, al igual que las violaciones de los derechos del gángster en prisión preventiva.
Pero dijo que la decisión de llevar a cabo el ataque en un edificio residencial donde es probable que haya otros presentes se suma a su culpabilidad.
«En pocas palabras, estas seis personas no habrían muerto si el Sr. Bacon no hubiera iniciado esta conspiración», dijo Wright al juez.
Con crédito por los años que ya ha pasado tras las rejas esperando el juicio, Bacon tendrá 2.046 días, aproximadamente cinco años y medio, para servir.
Vida de crimen
El abogado defensor Kevin Westell dijo que Bacon fue una vez un joven atleta prometedor que ganó un campeonato provincial de lucha libre amateur en su categoría de peso el año en que se graduó de la escuela secundaria.
Pero Bacon siguió a sus dos hermanos mayores a una vida de crimen.
Ha cosechado sus beneficios y sus costos: su hermano mayor, Jonathan, fue asesinado en 2011; su entonces novia murió de una sobredosis de drogas en 2017.
«Después de cumplir el resto de su tiempo bajo custodia en relación con estos cargos, el Sr. Bacon espera planificar y avanzar más allá del estilo de vida criminal que ha caracterizado su vida adulta hasta este momento», dijo Westell al tribunal.
