Estados Unidos y la Confederación Helvética firmaron hoy un acuerdo mediante el cual las cuentas en bancos suizos de ciudadanos estadounidenses serán declaradas al fisco norteamericano.
El acuerdo, que se realiza en base a la ley fiscal estadounidense conocida como FATCA, regula la transferencia de información sobre haberes, y fue firmado hoy por el secretario de Estado para Asuntos Financieros Internacionales de Suiza, Michael Ambühl, y por el embajador estadounidense ante la Confederación Helvética, Don S. Beyer.
La declaración a las autoridades fiscales de Estados Unidos se hará con la autorización del titular de la cuenta, o en su ausencia, en base a la asistencia administrativa prevista por las convenciones de doble imposición, conocidas como demandas agrupadas.
El número de cuentas y las cantidades incluidas en ellas serán transmitidas por los bancos directamente al fisco estadounidense, un modelo que se aleja del pedido por países como Alemania, España, Francia, e Italia, que preconizan una base de datos centralizada y controlada por el Estado.
El acuerdo no tendrá un efecto retroactivo.
El trato es un mal trago para Suiza, según admitió la propia ministra de Finanzas helvética, Eveline Widmer-Schlumph, quien asumió que debían firmar el acuerdo porque el país no podía permitirse no plegarse a las exigencias de EE. UU. a riesgo de perder espacio en el mercado estadounidense.
De hecho, Suiza ha obtenido algunas concesiones por parte de las autoridades estadounidenses que han permitido que los seguros sociales, las cajas de pensiones y los seguros de daños y de cosas hayan quedado excluidos del campo de aplicación del acuerdo FATCA.
Cabe aún al Parlamento helvético dar el visto bueno al acuerdo, e incluso el pueblo podría pronunciarse en caso de que se lance un referéndum al respecto.
(EFE).-