Así como la verdad es la primera víctima de la guerra, parece que en muchos sectores la razón es la primera víctima de una pandemia. Las verdades a medias y acusaciones falsas, pueden llevar a culpar a las víctimas, como sugerir que la seguridad pública está viendo comprometida a medida que la industria de las aerolíneas navega responsablemente por la peor crisis de salud mundial en 100 años para brindar el servicio esencial del transporte aéreo.
El gobierno de Canadá dice que menos del 2% de los casos de COVID-19 en Canadá son el resultado de viajes. Marc Garneau, Ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, y la directora de salud pública, Theresa Tam, han dicho que no conocen casos de transmisión a bordo de COVID-19 en aviones. La Asociación Médica Estadounidense, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. y la Organización Mundial de la Salud también coinciden en que el riesgo es bajo.
En enero pasado, semanas antes de la decisión del gobierno federal de detener los vuelos a China, Air Canada suspendió su servicio a ese país. En abril pasado, se ordenó que todos los clientes a bordo de los aviones usen máscaras, un mes antes de que el director médico de Canadá recomendara su uso en lugares públicos. En mayo, Air Canada instituyó controles de temperatura previos al embarque para todos los clientes en un momento en que los funcionarios del gobierno dijeron que tales controles no tenían valor (aunque Transport Canada los ordenó el mes siguiente).
Estas y otras medidas, como el completo programa de bioseguridad “Air Canada CleanCare +”, son prueba del compromiso de la aerolínea con la seguridad. Sin embargo, dado ese compromiso y la cultura de mejora continua, estamos decididos a reducir incluso la tasa de importación de menos del 2% mediante el uso de estrategias basadas en la ciencia y la evidencia, en particular las pruebas, para garantizar que las aerolíneas no fuesen una fuente de transmisión.
Estos resultados sugieren varias cosas. Primero, el 99% de las personas que llegaron están sujetas a una cuarentena general de 14 días sin ningún propósito. En segundo lugar, las pruebas adecuadas, combinadas con una cuarentena abreviada, son muy precisas para detectar casos de COVID-19. Y, en tercer lugar, dado que las pruebas pueden lograr el 100% de cumplimiento, son más efectivas que la cuarentena completa. Como informó la Agencia de Salud Pública de Canadá, un gran número de personas viola la cuarentena, mientras que los datos de teléfonos celulares de Ontario muestran que los que fueron puestos en cuarentena después de llegar de Estados Unidos pasaron en promedio solo el 77% de las dos semanas en casa.
El requisito de pruebas previas a la salida recientemente introducido por el gobierno para las personas que vuelan a Canadá es el tipo de nivel adicional de seguridad que se ha defendido durante mucho tiempo porque promete capturar mejor a los viajeros infectados, en un momento cercano a la salida. Aunque ahora es un inconveniente para los viajeros, a medida que la tecnología mejora para permitir pruebas masivas, precisas y rápidas, idealmente en un entorno aeroportuario, el ya bajo riesgo de que los viajeros lleven COVID-19 a casa disminuirá aún más y permitirá una reducción segura de los tiempos de cuarentena.
En un momento en que los recursos de salud pública están agotados, un régimen de pruebas adecuado liberará los recursos que ahora se gastan en monitorear la cuarentena innecesaria de personas sanas. Los trabajadores de salud que ya no son necesarios para monitorear la cuarentena podrían rastrear contactos, enfocarse en casos de alto riesgo y promulgar otros programas para proteger mejor a nuestras comunidades. Esta es la razón por la que Air Canada ha estado pidiendo al gobierno federal desde abril que implemente las pruebas, lo que finalmente hizo la semana pasada.
