El español Mikel Landa tomó este domingo la salida de la segunda etapa del Tour de Francia con alguna molestia, tras haberse visto implicado en la última de las múltiples caídas de la víspera.
El jefe de filas del Bahrein aseguró que sufrió golpes en las costillas que se fracturó a finales de enero pasado, cuando fue atropellado por un coche cuando entrenaba por carreteras alavesas.
Landa aseguró que fue a hacerse exámenes para comprobar el alcance de las lesiones. «Hoy va a tocar sufrir», indicó el vasco.
El español señaló que en la etapa de hoy, primera cita con la montaña con dos puertos de primera categoría y salida y final en Niza, «habrá que estar atentos» para no perder tiempo de cara a la general, su gran objetivo de esta edición.
Pese a la caída, Landa afirmó encontrarse bien de ritmo tras la preparación en la pasada Dauphiné.
En la primera etapa, muy accidentada a causa de la lluvia, Landa perdió a uno de sus lugartenientes, su compatriota Rafael Valls, que también se vio implicado en la misma caída y sufrió una fractura de fémur.