La viuda del fallecido disidente cubano Oswaldo Payá, Ofelia Acevedo, y sus hijos, Rosa María y Reinaldo, se encuentran en Miami, donde se han acogido al programa de refugiados políticos, confirmaron hoy a Efe fuentes del exilio.
«Ellos llegaron el jueves pasado a Miami y se han acogido a ese programa», ya que su «integridad física, libertad y estabilidad emocional» corrían grave peligro en Cuba, dijo Antonio Díaz Sánchez, líder en Miami del Movimiento Cristiano de Liberación (MCL), fundado por Payá en 1988.
La familia, que «ha sufrido el acoso y la represión durante veinte años» a manos de un régimen «dispuesto a asesinar» y «desintegrar la propuesta» del MCL por todos los medios, de momento no va a hacer declaraciones a los medios, agregó.
La decisión de la familia del reconocido opositor tiene lugar después de que Rosa María Payá denunciara en abril pasado en Miami la «cultura del miedo» que reina en la isla y agradeciera al exilio su respaldo a la campaña internacional en la que pide que se investigue la muerte de su padre.
La hija del fundador del Movimiento Cristiano de Liberación abriga la esperanza de que una comisión internacional independiente investigue las extrañas y sospechosas circunstancias de la muerte de su padre, ocurrida el 22 de junio de 2012.
Según dijo en Miami Rosa María Payá, el fallecimiento de Payá no se debió a un accidente de tráfico, ya que, entre otros argumentos, el propio Ángel Carromero, el español que conducía el automóvil accidentado, le dijo que un vehículo les embistió por detrás.
«El régimen cubano está más activo que nunca porque necesita un ambiente de complicidad para desarrollar lo que hemos llamado el cambio fraude», pero el MCL se niega a participar en esta farsa, precisó hoy Díaz Sánchez, activista y miembro del consejo de coordinación del MCL en EE.UU.
Díaz Sánchez denunció, como una muestra del recrudecimiento de la represión contra la oposición dentro de la isla, la agresión sufrida este sábado por el joven opositor del MCL Gualberto Leyva Batista, quien fue atacado por un «simpatizante del Gobierno con una especie de machete» que le produjo graves heridas.
Este tipo de actos de violencia y clima de miedo son fomentados por el régimen castrista en su intento por «estimular la violencia contra los opositores pacíficos en Cuba», lo que ha conducido a un «aumento de la represión, agresión física y terror», subrayó.
Señaló que la oposición cubana vive en un clima de coacción y terror y el MCL, con un proyecto que «reclama pacíficamente un referendo que devuelva la soberanía al pueblo cubano», está siendo arrinconado por el régimen «en estos momentos difíciles», tras la muerte de Payá.
«El Gobierno quiere desintegrar nuestro movimiento y no lo va a lograr», dijo categórico Díaz.
Para Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia, la muerte de Payá ha influido en gran medida en la decisión de la familia del fallecido opositor de exiliarse en Miami.
Y es que «el temor de que les pase cualquier cosa a ellos también» está muy presente, hasta el punto que la familia Payá «ha continuado recibiendo amenazas de muerte», aseguró a Efe.
En ese contexto, uno de los objetivos del régimen es «atemorizarles lo suficiente como para que no continúen con la campaña para que se indague las circunstancias de la muerte de Payá».
El MCL fue fundado en 1988 por Payá y es actualmente uno de los grupos principales de la oposición cubana y cuenta con una importante base de apoyo popular.
La iniciativa del MCL denominada «Proyecto Varela», que cuenta con un sólido respaldo de los países democráticos, pide un referendo nacional sobre cinco temas: libertad de expresión, libertad de asociación, amnistía para los presos políticos, libertad para organizar empresas privadas, y una nueva ley electoral.
Emilio J. López/Miami (EE.UU.), 10 jun (EFE).-
